“Todavía estoy que no me lo creo”.

En febrero de este año la puertorriqueña Edmarie Rodríguez Medina comenzó sus funciones como Registered Medical Assistant en Integrated Mission Support Services (clínica de salud ocupacional) en la NASA (National Aeronautics and Space Administration), en Florida. Pero siente que todavía vive una fantasía.

“Siempre decía que quería trabajar para la NASA. Pero en realidad no me vi directamente trabajando allí porque sé que es bien difícil entrar. Siempre dicen que para lograrlo necesitas conexiones, pero gracias a Dios, mi ‘pala’ fue nunca tirar la toalla, sino seguir luchando y no rendirme”, expresó Rodríguez, quien hace seis años reside en ese estado norteamericano.

La noticia de su puesto demoró casi dos años. “Había ido a una entrevista. Después del primer mes dije ‘no me van a llamar’, entonces cuando me llamaron en un año y 11 meses para la otra entrevista, ahí fue cuando me contrataron”.

Al repasar el momento, todavía la invade la emoción. “Cuando me llamaron me sentí súper emocionada. Sentí que llegué a la Luna. Eso fue una emoción bien grande. Lloré y todavía se me aguan los ojos cuando lo recuerdo”.

Con orgullo, la profesional de la salud, natural de Corozal, resalta que es la primera puertorriqueña en formar parte del equipo de trabajo. “Cuando llegué, pensaba que me iba a encontrar con más personas boricuas en la clínica, pero me encontré con que todos son norteamericanos. Ninguno habla español”, mencionó con asombro. “Ellos me dicen ‘tú hiciste historia aquí’, ‘tú has hecho un cambio aquí, ¿por qué no llegaste antes?’”. Además, enfatizó en que “desde el primer momento todos me recibieron con los brazos abiertos. Hasta me preguntan palabras en español, términos básicos, cómo saludar, dar las gracias, y hasta me reciben con ‘buenos días’, que lo han aprendido”.

Como parte de sus funciones, “nos rotamos. Por dos semanas estoy en el área de tratamiento, donde les proveemos a todos los empleados de la NASA los servicios cuando tienen alguna lesión, y las otras dos semanas estoy haciéndoles pruebas físicas para sus certificaciones y tratamientos”.

Como si fuera poco, Rodríguez Medina pertenece al grupo de Speaker Bureau de la NASA, lo que le permite participar en conferencias a la comunidad en diferentes condados de la Florida, con temas del espacio y relacionados con su lugar de trabajo.

Pero no se trata de la primera vez que se muestra interesada en motivar a seguir trabajando para sus sueños. En 2017 fue seleccionada como la primera boricua delegada de la American Medical Technology (AMT), organización sin fines de lucro que otorga las licencias a los profesionales de la salud en Estados Unidos. “Es una mentoría a los estudiantes”, señaló sobre este trabajo voluntario. “Voy a las diferentes universidades y colegios que estén dando las materias para la carrera de Medical Assistant y les doy charlas, les doy la información de los beneficios de tener una licencia. Les doy ese empujoncito que necesitan”, destacó pensativa. “Este año voy para Chicago a representar a la Florida para la conferencia anual. Allí voy a estar porque me seleccionaron para estar en el National Board, donde no solamente voy a estar con el estado de la Florida, sino que es nacional, a través de todos los Estados Unidos”.

Cuando hace referencia a esta labor social, compartió que fueron las dificultades las que la hicieron pensar en querer orientar a otros para seguir adelante en sus metas. “Cuando empecé en el campo médico vi muchas personas que estaban pasando por situaciones iguales que yo pasé cuando mi mamá fue diagnosticada con cáncer de seno, y todo eso mientras yo estaba estudiando. Nunca me quité. Escuchaba personas que decían ‘yo no puedo porque tengo este o tal problema’, y decía ‘pero si yo lo puedo hacer, yo sé que ellos pueden también’, y ahí empecé a darles mentoría”, mencionó con énfasis la madre de Joam, de 14 años, quien agradece con énfasis el apoyo de su esposo, Kenneth Suris y su familia, en el logro de sus metas.

En menos de dos meses, entre sus logros en la NASA se incluye ser aceptada en Embry-Riddle Aeronautical University para estudiar Fisiología Aeroespacial. “Hace una semana recibí la noticia de que fui aceptada”, dijo sobre la oportunidad de aprender del estudio de la fisiología del cuerpo humano en el espacio. “Ayudamos a prevenir y manejar los impactos extremos ambientales que pueda tener la salud humana”, explicó Rodríguez Medina, quien como parte de su vocación tiene presente que “prometí cuidar de mis pacientes aquí y hasta en la Luna si hay que ir”.