Si estás en una nueva relación, ¿le dirías a tu actual pareja que ese reloj que tanto te gusta o esa cartera favorita, te las regaló una expareja? ¿Es correcto que optes por retener lo que en tiempos mejores te obsequió? 

Para muchos, estas preguntas no se responden con un simple “sí” o “no”.

Hay quienes entienden que lo que pasó, en el pasado debe quedar, y esto incluye todo lo que te recuerda a esa persona que fue especial en tu vida, no importa si se trata de un obsequio que era tu favorito. Otros, por su parte, entienden que no es para tanto, y que mantener un detalle que todavía les encanta no afectará la relación amorosa presente. 

“Yo tenía un reloj de marca que me regaló un ex. Me encantaba y no porque tuviera sentimientos por él. Jamás le dije a mi actual novio. ¿Por qué tenía que hacerlo? Además, decirle quizás podía llevar a una pelea por algo material que ya no significaba nada para mí en términos románticos. Simplemente, lo tenía porque me gustaba y ya”, compartió Eileen, quien prefirió ocultar su nombre real. 

Al abordar el tema, la psicóloga Omayra Rivera Rivera menciona que “guardar o botar regalos de un ex es una decisión muy personal. Los regalos, fotos, cartas, entre otros, de alguna manera fueron buenos recuerdos. Estos artículos te harán recordar parte de tu vida y eres tú mismo quien determina si te hace bien o mal”. 

La especialista en terapia de parejas reitera que “hay regalos que nos gustaron mucho o que todavía utilizamos, ya sea ropa, prendas, etc. Si ese es el caso, no tienes por qué devolverlos si emocionalmente no te afecta. La relación que tienes con esa prenda de vestir, pantallas o lo que sea, es tuya y no implica tener una relación con alguien”.

A su vez, la doctora enfatiza que si bien para muchas personas devolver o desechar los regalos significa cerrar un capítulo en su vida y de cierta forma seguir adelante, lo cierto es que “eliminar objetos no implica necesariamente eliminar sentimientos o emociones”. Por lo tanto, hacerlo no asegura que no haya ataduras emocionales. 

La psicóloga también aclara que si nos hace bien o mal también dependerá de las razones que motivaron la separación. 

“Hay parejas que por diferencias deciden terminar, sin embargo, no necesariamente implica que el amor terminó. En estos casos, el guardar regalos evoca sentimientos que pudieran afectar de cierta manera su estado de ánimo. Por el contrario, si las razones de la separación fueron unas conflictivas, guardarlos no tendría razón de ser más allá de evocar sentimientos negativos o corajes que no abonan a nada. En esos casos, devolverlos, donarlos o botarlos pudiera ser la mejor opción”.

Para Leticia (no es su nombre real) fue duro deshacerse de los detalles con los que la sorprendió su exmarido cuando la relación todavía estaba a flote. 

“Las postales de los momentos especiales que me regaló las guardé hasta tres años después que me dejó por otra. Recuerdo una ocasión en que estaba buscando unos documentos en la caja donde las tenía y cuando las empecé a leer me puse a llorar. Y me preguntaba en qué le fallé. Pasó mucho tiempo antes de que decidiera romperlas y botar todo lo que me había dado. Lo logré, pero no fue fácil”. 

Por otro lado, Rivera Rivera invita a reflexionar sobre las razones que te llevan a guardar detalles, pero mantenerlos ocultos en áreas menos accesibles como la parte más arriba del clóset o un sótano.

“Debemos preguntarnos por qué las guardamos entonces. ¿Ocupar un espacio de la casa para qué? Si lo que indirectamente queremos con ubicarlos en esos lugares es no recordar, la mejor opción es devolverlos o botarlos”. 

¿Mejor callar?

No revelarle a tu actual pareja sobre esa prenda de vestir o ese accesorio que te regaló tu viejo amor, ¿es ser deshonesto?

“El decirle a una nueva pareja que el reloj, las pantallas, la cartera, camisa o pantalón fue un regalo de tu ex, es un asunto personal. Debes preguntarte si andas diciéndole a la gente que los zapatos que llevas puesto te los regaló tu mamá, tu hermano o tu compañera de trabajo. No todo hay que decirlo y no necesariamente eso implica mentir. Pregúntate si el decirlo abonaría algo a tu nueva relación”.

Sin embargo, “si dialogar o discutir sobre los regalos de tu ex es un asunto de tanta importancia para tu pareja, es necesario reevaluar dicha relación y aclarar que eso pertenece al pasado y que un artículo que utilices no implica que aún estés conectado emocionalmente con tu expareja”.

Si la dinámica se torna conflictiva, buscar ayuda profesional siempre es una opción recomendada. “Definir sentimientos, manejar emociones y tomar decisiones son áreas que se pueden trabajar con un experto”, concluye.