Hoy el mundo podrá presenciar en vivo un momento histórico. Una nave de la NASA descenderá al asteroide Bennu y se transmitirá la hazaña en vivo. La misión intentará recolectar muestras del asteroide, que podría ser una amenaza para el planeta durante el próximo siglo.

Será la primera vez que Estados Unidos intente sacarle muestras a un asteroide para regresarlas a la Tierra, una hazaña hasta ahora lograda únicamente por Japón.

La misión, apodada Osiris-Rex, tiene aproximadamente el tamaño de una guagua con una capacidad para 15 pasajeros. Actualmente, orbita alrededor del asteroide Bennu a 200 millones de millas de la Tierra.

La sonda tratará de posarse sobre una superficie plana, de dimensiones análogas a una cancha de tenis y apodada Nightingale (“Ruiseñor”). Sobre esa superficie, sin embargo, penden peñones del tamaño de un edificio.

El desafío de guiar a la sonda e insertarla justo dentro de esa planicie es comparable al intento de estacionar un vehículo en un espacio apretado en la calle, explicó Mike Moreau, subdirector de operaciones de la NASA.

La sonda pasará un tiempo girando alrededor del asteroide, a una órbita de media milla de altura. Entonces empezará un lento y delicado descenso que durará unas cuatro horas hasta llegar justo encima de la superficie.

A partir de entonces la sonda desplegará su brazo mecánico de 11 pies hasta tocar la superficie. En espacio de apenas entre 5 y 10 segundos, el brazo despedirá un chorro de gas nitrógeno presurizado que le permitiría aspirar un puñado de materia asteroidal.

El proceso será totalmente autónomo ya que hay un retraso de 18 minutos en la comunicación con la Tierra.

La misión se podrá seguir en vivo en la web oficial Asteroid Mission. La transmisión comenzará a las 6:12 p.m. con una maniobra de salida de la órbita y luego se verá la secuencia completa de la llegada al asteroide.

Si el primer intento fracasa, Osiris-Rex puede volver a intentarlo. Las muestras no llegarán a Tierra sino hasta el 2023.

El asteroide es casi tan alto como el Empire State, el rascacielos de Nueva York, y podría potencialmente amenazar la Tierra a fines del próximo siglo, con una probabilidad de 1 entre 2700 de impactar en el planeta durante uno de sus acercamientos cercanos.

Bennu aloja material del sistema solar temprano y puede contener los precursores moleculares de la vida y los océanos de la Tierra. Por eso, Osiris-Rex planificó tomar una muestra para conocer los secretos a la Tierra.