Durante los últimos 24 años el alfabeto español está compuesto de cinco vocales y 22 consonantes, un lema que se ha repetido por lo menos en dos generaciones de estudiantes, que desarrollaron su imaginario educativo y lingüístico con estas enseñanzas.

Sin embargo, hasta el X Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española, en 1994, esta noción no era así y el abecedario estaba compuesto por 30 letras, pues la ch, la ll y la rr estaban integradas dentro del constructo pedagógico de las comunidades hispanohablantes, pero, ¿por qué se eliminaron? Le contamos.

Dígrafos y no letras simples

Hasta 1994 la RAE ordenó quitar estas letra del alfabeto español, ya que a pesar de que dan origen a dos fonemas diferentes, la academia las dejó de considerar en su concepto netamente individual, pues, según dicen los expertos, son el resultado de la combinación de dos letras representadas por un solo sonido conocido como dígrafo.

“La eliminación de los dígrafos ch y ll del inventario de letras del abecedario no supone, en modo alguno, que desaparezcan del sistema gráfico del español. Estos signos dobles seguirán utilizándose como hasta ahora en la escritura de las palabras españolas: el dígrafo ch en representación del fonema /ch/ (chico [chíko]) y el dígrafo ll en representación del fonema /ll/ o, para hablantes yeístas, del fonema /y/ (calle [kálle, káye])”, dice la página principal de la RAE.

“El español se asimila con ello al resto de las lenguas de escritura alfabética, en las que solo se consideran letras del abecedario los signos simples, aunque en todas ellas existen combinaciones de grafemas para representar algunos de sus fonemas.”, agrega.

Lo mismo sucede con la rr, pues si bien no estaba constituida del todo como parte del abecedario, la RAE estipulo que su conjunción también es considerada como un dígrafo, por lo que tampoco haría parte de la norma y su exclusión del alfabeto, más no de su uso.