James Webb (1906-1992) ex jefe de la NASA, ha sido relacionado con la posible persecución de grupos LGBT+, a lo largo de su estancia en el gobierno de Estados Unidos, es por ello que parte de la comunidad científica de estadounidense ha solicitado que el nombre del telescopio que ha entregado las imágenes más fidedignas del Universo sea renombrado, pues mantener el nombre de Webb, glorificaría la intolerancia y alentaría la LGBT+fobia.

El Telescopio Espacial James Webb (JWST) se ha convertido en el proyecto astronómico más grande del programa civil estadounidense en décadas. Este instrumento fue lanzado el 31 de octubre del 2021 y el 12 de julio se mostraron las primeras imágenes que ha captado: la nebulosa de los Ocho Estallidos, el Quinteto de Stephan, la Nebulosa de Carina y la imagen infrarroja más profunda y nítida del Universo.

En julio de 2021, Science informó que en mayo de ese año, un grupo de científicos lanzaron una petición en favor de renombrar el telescopio. El documento consiguió el respaldo de mil 250 firmantes. Sin embargo, hay quienes aseguran que no hay evidencia suficiente que condene el legado de Webb, que dirigió a la NASA de 1961 a 1968.

Para desentrañar el misterio, Brian Odom, actual jefe interino de la agencia estadounidense, en compañía de un historiador que no pertenece a la NASA, se dio a la tarea de estudiar documentos de archivo sobre las políticas y acciones que Webb había llevado a cabo cuando era funcionario. Los técnicos aseguraron que sólo hasta que la investigación concluyera se tomaría la decisión definitiva.

“Debemos tomar una decisión consciente. Debemos ser transparentes con la comunidad y con el público en cuanto a la justificación de cualquier decisión que tomemos”, declaró Paul Hertz, jefe de la división de astrofísica de la NASA. Sin embargo, luego de un par de meses, la agencia espacial informó que ya era un hecho, el telescopio de más capacidad jamás creado tomaría el nombre de James Webb.

El JWST recibió este nombre en el 2002, época en la que aún se encontraba en etapa de construcción. En ese momento, dicha decisión causó revuelo, ya que era la primera vez que un telescopio no llevaba el nombre de un científico, sino el de un burócrata. Sean O’Keefe, ex administrador de la NASA, fue quien decidió rendir un homenaje a Webb al llamar con su nombre al instrumento óptico, ya que este último impulsó la carrera al espacio, sin importar que esto se llevara gran parte del presupuesto de la agencia.