Usualmente, los sueños y las señales del Universo son nuestro mejor método de comunicación con el inconsciente. Muchas veces soñamos y lo que dicen los sueños es precisamente lo que necesitamos saber de nuestra vida en ese momento. Posiblemente, en el momento no lo entendemos, pero luego todo cobra sentido. A algunas personas esto les ocurre mucho y a otras pocas. Lo importante es que cuando ocurre hay que aprovechar la información que se recibe para apoyarnos a progresar.

Los sueños facilitan el que se resuelvan situaciones propias a un nivel profundo y con menos resistencia, ya que es menos probable que el consciente se presente como obstáculo mientras se está en el período del sueño. Esto hace que preocupaciones, situaciones inconclusas, miedos y hasta frustraciones se trabajan a un nivel profundo por nuestra psique. Los sueños logran que se integre información nueva y diferente a nuestra psique.

Aunque la interpretación de sueños se ha vuelto algo muy popular y comercial, ningún libro o website en el mercado puede ofrecer una interpretación de sueños tan acertada como la propia persona que sueña. ¿Por qué? Porque el inconsciente y el mundo de los sueños son muy individuales; solo le pertenecen al soñador. Además, el inconsciente y nuestra mente en general se comunican de una manera simbólica siempre. La concepción de los símbolos en nuestra mente se gesta dependiendo de nuestra crianza, la cultura, el momento de vida, el nivel educativo, aspectos de la personalidad, en resumen, de acuerdo con la individualidad de cada quien.

La mañana siguiente al sueño es de suma importancia puesto a que es aquí cuando más contacto, recuerdos y experiencias del sueño se pueden traer al consciente. Es importante no aplazar la interpretación para otro momento, puesto a que en otro momento pudiese ser muy tarde.

10 pasos para llegar a la interpretación de tus sueños:

1. Si te levantas en la madrugada por algún sueño, anótalo porque puede ser más difícil recordarlo en la mañana.

2. Antes de levantarte de la cama, trata de traer a tu cuerpo todo tipo de sensaciones y/o emociones relacionadas al sueño.

3. Luego, une imágenes del sueño con las sensaciones y emociones que estás experimentando.

4. Identifica cuáles de estas sobresalen más que otras.

5. Comienza a asociar las imágenes y las sensaciones con aspectos, situaciones y personas de tu vida presente.

6. Identifica el tema principal de estas imágenes (si es pelea, amor, miedo, abundancia, etc.).

7. ¿Cuál de todas estas imágenes te representa a ti?

8. Siendo tú esa imagen, ¿qué mensaje le quisieras dar a la persona que te mira o escucha?

9. ¿Qué otras ideas, temas, emociones o sensaciones te llegan?

10. Ata cabos y haz una historia de las partes desglosadas arriba y tendrás la interpretación de tu sueño.

Es importante contestar todas estas preguntas con lo primero que te venga a la mente. Es decir, sin pensarlo mucho. La interpretación debe ser más instintiva que otra cosa. Si algún sueño en particular nos da mucha dificultad para interpretar, es mejor ponerlo a un lado, escribirlo y retomarlo en otro momento. Quizás en el momento menos pensado nos viene luz sobre el mismo. La magia de todo esto es no forzar la mente a llegar a un resultado o interpretación.

Con práctica, dedicación y apertura todos podemos volvernos interpretadores de sueños. Sobretodo, hay que desarrollar confianza en nuestra interpretación y, cuando llegamos a una, mantenerla. Si dejamos que la duda y la mente lógica intente hacer sentido de lo interpretado, entonces, perderemos la esencia del sueño y su mensaje.