Para cerrar el año tenemos varios aspectos astrológicos que nos influencian. Nos mueven. Nos trastocan para que cerremos el año. Entre la súper luna llena en Géminis (3 de diciembre), Mercurio retrógrado en Sagitario (3-22 de diciembre), Marte entrando a Escorpión (el 8 de diciembre), el Solsticio de invierno (21 de diciembre) y Venus transaccionando de Sagitario a Capricornio (21 de diciembre) nos volvemos un manojo de emociones intensas que tanto pueden contribuir al cambio del que vengo hablando hace unos meses o nos pueden dejar totalmente estancados en ellas.

Hay situaciones del pasado que pueden regresar antes de que cerremos el año y tenemos que estar preparados. Si estamos ya ansiosos por querer hacer o lograr todo lo que tenemos planificado, hay que cogerlo suave porque ahora estos aspectos astrológicos hacen precisamente eso en estos días: desesperarnos. Nos llega información sea a través de gente o del Universo mismo sobre situaciones que necesitamos aclarar. Esa información es para uno mismo y nada más. No se debe reaccionar ante ella. Es bueno, eso sí, que manifestemos las emociones (las positivas y las negativas).

Cuando hay menos luz, la naturaleza invita a que paremos lo que estamos haciendo y nos vayamos al interior. Esta es una época que nos mueve hacia la reflexión. Doblemente, nos conectamos con nuestras emociones. En este momento revisitamos el pasado. Nos llega para que realicemos si hemos aprendido lo suficiente. Es importante mirarlo para poder seguir adelante.

Por todo esto durante este mes debes liberarte del estancamiento emocional haciendo lo siguiente:

1. Conectar con las emociones. Cuales quieras que ellas sean. Esto lo logras estando en silencio. En lo que queda de mes, practica al menos 3 minutos de silencio diarios.

2. Libérarte de resentimientos. Pedir disculpas. Perdonar.

3. Aclarar situaciones que se han quedado inconclusas durante el 2017.

4. Utilizar la comunicación a tu favor. Ya sea a través de cartas, mensajes o conversaciones para contigo mismo, debes comunicarte lo que necesitas, de manera protegida y segura, lo que te gusta y no te gusta de los demás o las situaciones.

5. Ten conciencia de que el festejo debe venir de adentro hacia afuera.

6. Despedirte de las relaciones en las cuales sigues repitiendo patrones de tu pasado.

7. Hay que hacer limpieza energética (en tu casa como en ti mismo).

8. Integrar la energía del ritual como parte de la reflexión.

9. Respetar la etapa de cambio en que te encuentras.

10. Realizar que tu proceso es individual y que no debes compararte con los otros aunque tu situación se parezca.

Si te dejas llevar, el impacto de estos eventos será menor en tu campo emocional. Si lo resistes harás que el dolor emocional se quede. Si hay tristeza, al obtener el aprendizaje de lo que menciono arriba, se disuelve. Recuerda que lo que quieres es tener un mejor año y para tenerlo hay que empezar por culminar con los aprendizajes más importantes antes de que llegue la energía nueva.