Las enfermedades de la próstata están entre las más comunes del sexo masculino, principalmente en hombres de 50 años o más. 

La identificación de los síntomas de las enfermedades de este órgano glandular es importante para que el hombre busque ayuda médica inmediatamente. 

El doctor Juan Medina Tirado, jefe de Urología del Hospital Auxilio Mutuo, en Hato Rey, explicó que la próstata es una glándula del aparato reproductor masculino, es como del tamaño de una nuez y está alrededor de la uretra.  

¿Cuáles son los problemas principales de la próstata?

Indicó Medina Tirado que hay tres condiciones que afectan la próstata.

“Una es la inflamación prostática, que afecta a pacientes jóvenes. En esta condición, la próstata se inflama y los síntomas que tiene el paciente son ardor al orinar, necesidad de orinar con frecuencia y fiebre o cansancio”, describió.

Algunos tipos de esta inflamación prostática, conocida como prostatitis, son causados por bacterias, aunque no son las más comunes.

Luego de los 50 años, también la próstata pude causar síntomas obstructivos. 

“En los hombres mayores de 50 años, el problema más común de la próstata es el agrandamiento de ésta, conocido como hiperplasia prostática benigna (BPH, por sus siglas en inglés). De hecho, afecta a cada cuatro hombres de 55 a 60 años, y pasados los 85 años afecta al 90%”, sostuvo el jefe de Urología del Hospital Auxilio Mutuo.

A medida que los hombres envejecen, dijo Medina, la próstata sigue creciendo y mientras  crece oprime la uretra. Como la orina pasa de la vejiga a través de la uretra, la presión causada por la próstata agrandada podría afectar el control de la vejiga.

Es por esto que un hombre que padece BPH presente uno o más de los siguientes problemas: flujo de orina débil, goteo después de orinar, dificultad para iniciar el chorro de orina, cantidades pequeñas de sangre en su orina, sensación de que todavía tiene que orinar más -aunque acabe de haber orinado- y la necesidad de orinar con frecuencia, especialmente por la noche. Todo esto afecta la calidad de vida del hombre. 

“Además, si la próstata crece mucho, puede haber una obstrucción de la uretra, que lleva a la retención de orina. Cuando la orina no es drenada de la vejiga, acaba por volver hacia los riñones, esto es conocido como hidronefrosis. Esta complicación puede causar insuficiencia renal y, si no se corrige, puede evolucionar con lesión permanente de los riñones”, advirtió el urólogo.

Manifestó el doctor Medina que hay tratamientos para disminuir la obstrucción. 

“Cuando el problema es muy serio, en el pasado se hacía cirugía convencional para resolverlo, pero ahora se trata con un láser conocido como luz verde, que no es invasivo”, señaló. 

Expuso Medina Tirado que el tratamiento de luz verde lo que hace es que expande y abre el caño de la orina para que el hombre pueda vaciar y orinar mejor. 

“Con un tratamiento, la efectividad es de más de un 90%. Los resultados, normalmente se ven ya a las 24 horas. Otra ventaja de este procedimiento es que es ambulatorio y no hay sangrado”, destacó. 

A diferencia de lo que se cree, el padecer BPH no aumenta el riesgo para sufrir cáncer prostático.

La más preocupante

La enfermedad de la próstata más grave y temida por los hombres es el cáncer de próstata, también conocido como adenocarcinoma de próstata.

“El cáncer de próstata es el cáncer más común del hombre puertorriqueño y responde mejor al tratamiento cuando se detecta en su etapa temprana”, reiteró el urólogo.

El cáncer de próstata a veces da señales, y otras veces no. 

“Muchos hombres tienen tumores que crecen silenciosos. Es posible que para cuando estos síntomas aparezcan, el tumor ya haya crecido y sea demasiado tarde”, advirtió el experto. 

Reconoció el médico que, dependiendo del lugar en el que surja, el tumor puede crecer en dirección contraria a la uretra, sin causar compresión de ésta. En estos casos, no hay síntomas hasta fases avanzadas de la enfermedad. 

Por esto, la Academia Americana de Urología recomienda que todo hombre, a partir de los 40 años, debe chequearse su próstata anualmente.

El urólogo le va a hacer una prueba de sangre que mide la actividad prostática, para detectar el antígeno prostático específico (prostate-specific antigen o PSA, por sus siglas en inglés). Un nivel alto de PSA puede ser una señal de cáncer de próstata. Sin embargo, esta prueba no es infalible. Muchos hombres con niveles altos de PSA no tienen cáncer de próstata.

Otra prueba que le va a mandar a realizar el urólogo es el examen digital de próstata, que es el examen rectal. 

Según el doctor Medina Tirado, la prueba del tacto no es dolorosa y es rápida, pues todo lo que necesita hacer el urólogo es palpar la glándula para saber si está sana o no. 

Si el urólogo nota una consistencia sospechosa en esta parte del cuerpo o ve un alto nivel de PSA, ordena una biopsia. 

Entre los factores de riesgo de padecer cáncer de próstata está ser afrodescendiente, tener un familiar en primer grado con este cáncer y ser mayor de 60 años. 

“El cáncer de próstata es serio y el examen para detectarlo a tiempo es necesario”, puntualizó el doctor Medina Tirado. 

Tipos de cáncer de próstata

Casi todos los cánceres de próstata son adenocarcinomas. Estos  se desarrollan a partir de las células de la glándula (las células que producen el líquido prostático que se agrega al semen). Los otros tipos de cáncer de próstata incluyen los siguientes:

Sarcomas

Carcinomas de células pequeñas

Tumores neuroendocrinos (aparte de los carcinomas de células pequeñas)

Carcinomas de células transicionales

Estos otros tipos de cáncer de próstata son poco comunes. Si usted tiene cáncer de próstata es casi seguro que sea un adenocarcinoma.

Algunos cánceres de próstata pueden crecer y propagarse rápidamente, pero la mayoría crece lentamente. De hecho, los estudios realizados en algunas autopsias muestran que muchos hombres de edad avanzada (e incluso algunos hombres más jóvenes) que murieron por otras causas también tenían cáncer de próstata que nunca les afectó durante sus vidas. En muchos casos, ellos no sabían, y ni siquiera sus médicos, que tenían cáncer de próstata.