“Qué bueno que te pregunta lo mismo cinco veces. Qué bueno que te habla lo mismo cinco veces. Disfrútalo, porque va a llegar el momento en que ya no lo vas a poder escuchar”.

Con estas palabras, Teresa Seda, presidenta de la fundación sin fines de lucro De frente al Alzheimer (DFAZ), reflexiona sobre parte del proceso que conlleva cuidar a un ser querido con diagnóstico de Alzheimer. 

De primera mano, Seda sabe el impacto emocional que implica la enfermedad, pues su madre también la sufrió. Pero, también es consciente del golpe económico que abarcan los años de cuidado para el paciente, que en la última etapa ya no puede valerse por sí mismo. Por eso, una vez más, la entidad anuncia la invitación a quienes son de escasos recursos -o sus tutores- para solicitar el programa de ayudas dirigido a reembolsar parte de lo incurrido en su tratamiento.

“Estamos hablando de que al principio los gastos mensuales pueden sumar de $2,000 a $3,000, pero a medida que el paciente va empeorando, esos gastos van en incremento según la necesidad particular del enfermo y de los cuidadores. Según pasa el tiempo se va complicando el cuadro, como por ejemplo, si hay que internarlo en un centro de cuido, terapias médicas. Los medicamentos son sumamente costosos. Claro, estamos hablando de un escenario en el que se le quiere proveer al paciente con las mejores necesidades, porque no todo lo cubren los planes médicos, eso en caso de que tenga uno privado, si no, es más complejo todavía”. 

Por su parte, Carla Jové, directora ejecutiva de DFAZ, explica que a través del programa se busca aliviar parte de lo invertido en compras “para cubrir las necesidades del paciente, como medicamentos que no hayan sido cubiertos por el plan médico, servicio de cuido, camas reclinables, sillas, pañales, toallas húmedas”, entre tantos otros. 

Jové, quien reitera cuánto cambia “el entorno familiar cuando una persona es diagnosticada” y la atención que hay que darles a los cuidadores, especifica que como parte de los requisitos para solicitar, “el paciente debe ser residente en Puerto Rico y ser de escasos recursos”.