A “Anastacia”, de más de 40 años de edad, le era imposible “sostener relaciones sexuales con su esposo” e inclusive, le provocaban dolor.

“Al inicio de la terapia, su vida se basaba en ir a un trabajo que odiaba, limpiar mucho en la casa, visitar a su mamá, con quien sostenía una relación disfuncional, ir a la iglesia y velar por las necesidades de su esposo, vinculadas a comida y ropa”, narró la psicóloga clínica que la atiende.

“La relación entre ambos siempre fue carente de expresiones de cariño, emocionalmente distante y con poca comunicación. Aceptó casarse con él debido a que era un buen partido, un hombre respetuoso, trabajador y con valores cristianos iguales a los de ella. Nunca se visualizó, ni le motivó el hecho de ser mamá”, narró la experta en salud mental quien cuenta con más de 20 años de experiencia en el campo.

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Por otro lado,  expuso la profesional, “Anastacia” nunca desarrolló relaciones significativas en el área social, no socializaba en su trabajo  y no tenía amistades.

Tampoco tenía entretenimientos, ni pasatiempos favoritos; no experimentaba placer por ver televisión, ni películas o escuchar música.

Cuando realizaba estas actividades, lo hacía porque no le quedaba más remedio, pero no les encontraba “el fun”.

De hecho, en un momento determinado le confesó a la psicóloga que siempre estaba cansada “como si se tuviera que arrastrar”.

“En terapia se descubre que desde adolescente tenía historial de anorexia, no tratado. Se percibía a sí misma negativamente y su visión de futuro era uno negativo”, narró la experta.

“De los grandes hallazgos que se hacen en un proceso psicoterapéutico que conllevó varios años, es que la paciente fue violada por un familiar cuando tenía seis años. Ella decide no contarlo a nadie y lo verbaliza por vez primera en psicoterapia”, explicó la profesional.

La especialista narró que esta paciente canalizaba todas sus energías a través de sus estudios y su trabajo, sobresaliendo en ambas áreas, siempre con altos honores y siendo una profesional muy reconocida en su trabajo.

Sin embargo, a pesar de ser muy obsesiva en ambas esferas, no devengaba placer de sus logros, ni siquiera de sus asensos laborales.

“Nunca ha tenido crisis emocionales, nunca pensó necesitar atenderse en área de salud mental”, estableció la experta.

Sin embargo, “Anastacia”, actualmente, se encuentra en pleno proceso de recuperación y, de una vez y por todas, liberarse de la distimia.