La cirugía para bajar de peso redujo en aproximadamente 40% el riesgo de que los pacientes diabéticos desarrollaran una variedad de complicaciones cardíacas, entre ellas el peligro de una muerte prematura, según un estudio.

Los drásticos resultados son el último informe que detalla los beneficios potenciales de una operación que se ha demostrado ayuda a revertir la diabetes, eliminar la apnea del sueño, mejorar la fertilidad, aliviar el dolor y la presión en las articulaciones y suavizar los síntomas de la depresión. El nuevo informe, publicado en Journal of the American Medical Association, sugiere que también puede ayudar a las personas a vivir vidas más largas y saludables.

“Cuando la diabetes mejora, cuando los factores de riesgo como el colesterol alto y la presión arterial disminuyen, esperaríamos una mejoría”, dijo Ali Aminian, investigador principal y cirujano bariátrico de la Clínica Cleveland en Ohio. “Pero no lo esperábamos hasta este punto. Eso es lo que nos sorprende”.

Los hallazgos se producen en medio de dos tendencias críticas en la salud pública: una creciente epidemia de la obesidad y la desaceleración del progreso realizado contra las enfermedades cardíacas, la principal causa de muerte en todo el mundo. Las dos tendencias parecen estar inextricablemente relacionadas, dijo Steve Nissen, jefe de cardiología en la Clínica Cleveland y autor principal del artículo.

Epidemia de obesidad

“Después de 30 o 40 años de progresos constantes en la reducción de las tasas de enfermedades cardiovasculares, hace unos cinco años esa mejora se redujo y luego se detuvo”, dijo Nissen.

Los investigadores siguieron el rastro de 2,287 pacientes diabéticos que se sometieron a una cirugía para bajar de peso en la Clínica Cleveland desde 1998 hasta 2017. Su salud se comparó con un grupo de 11,435 personas que no se sometieron a tal operación.

El estudio analizaba principalmente el riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca, daño renal, frecuencia cardíaca errática o muerte por cualquier causa. Después de ocho años, 31% de los que se sometieron a cirugía habían experimentado una de las complicaciones graves, en comparación con 48% de los que recibieron atención regular.

Su posibilidad de morir también se redujo en 41%, mientras que el riesgo de insuficiencia cardíaca y daño renal disminuyeron en aproximadamente 60%. Los pacientes que se sometieron a cirugía perdieron más de 20% de su peso corporal y redujeron su dependencia de medicamentos como la insulina para controlar el azúcar en la sangre y las píldoras para reducir los niveles de colesterol y presión arterial.

Salud cardíaca

Los investigadores no estaban seguros si la rápida y dramática pérdida de peso que se observa típicamente después de la cirugía alteraría significativamente la salud cardíaca a largo plazo de sus pacientes, ya que cualquier daño potencial se había producido durante años. Si bien los pacientes diabéticos son particularmente vulnerables a las enfermedades cardiovasculares, también se ha demostrado que pocos medicamentos utilizados para controlar el azúcar en la sangre mejoran la salud del corazón.

Nissen dijo que se necesita otro estudio que asigne a algunos pacientes a cirugía y otros a tratamiento estándar, incluido el control del azúcar en la sangre y las recomendaciones para perder peso, para así confirmar los beneficios.