Se acercan las fiestas, pero antes queremos bajar una que otra libra para compensar las que aumentaremos en estas semanas. Aparecen las dietas que nos prometen bajar en tiempo récord: la  keto, el ayuno intermitente, las batidas...  ¿Qué es lo que le pasa a nuestro cuerpo y mente cuando nos sometemos a dietas muy restrictivas? ¿Cuáles son los riesgos   por la obsesión de vernos más flacos?

“Lo que sucede con las dietas hipocalóricas (que implican consumir menos de 1,200 calorías diarias), es que nuestras habilidades para pensar, tener energía y estar contentos disminuyen y esto genera situaciones de estrés internas. El cortisol aumenta y provoca cuadros de ansiedad y de depresión, a la vez que nos obsesionamos por la comida, en vez de estar relajados”, explica Juana Poulisis, psiquiatra y especialista en trastornos de la alimentación.

Los expertos explican que estas dietas expreso además pueden generar irritabilidad, insomnio, dolores de cabeza y frío recurrente en manos y pies, ya que el cuerpo disminuye su temperatura para conservar la poca energía disponible. También, otra de las consecuencias negativas es el conocido “efecto rebote” debido a que los planes de alimentación tan restrictivos son difíciles de mantener en el largo plazo y terminan llevándonos al descontrol. Por este motivo es importante saber que muchas veces las dietas hipocalóricas son la puerta de ingreso a un trastorno de la alimentación y están contraindicadas en adolescentes.

“Este tipo de dietas tiene un altísimo índice de fracaso”, asevera Alejandra Freire, licenciada en Nutrición en el Hospital de Clínicas José de San Martín y docente en la Universidad Favaloro. 

Para la especialista, esto se debe a que las personas van buscando planes de alimentación innovadores con resultados rápidos, pero insostenibles por más de un mes, ya que son demasiadas las restricciones impuestas. 

Por otro lado, estar en dieta constantemente disminuye el gasto metabólico basal, es decir que baja la cantidad de energía que consume el organismo a lo largo del día para cumplir con sus funciones básicas vitales como dormir, respirar o hacer la digestión. Esto significa que en la adultez, las personas que hicieron dieta durante toda su vida presentan dificultad para bajar de peso porque disminuyó el gasto energético del cuerpo. En este sentido, esto quiere decir que a medida que va pasando el tiempo, por este motivo, necesitan realizar dietas más estrictas para poder bajar de peso.

La recomendación es evitar las dietas que tienen un principio y un fin, sino que debe darse un cambio de hábitos que podamos sostener en el tiempo.