El gobierno estadounidense invertirá tres millones de dólares para averiguar si la marihuana puede aliviar el dolor, pero nada de los fondos se usará para estudiar el THC, la sustancia considerada como droga.

Las nueve becas de investigación que se anunciaron este jueves son para análisis del CBD, el ingrediente en boga en cosméticos y alimentos, y de cientos de substancias químicas menos conocidas. Se excluyó la investigación del THC.

El gobierno federal considera a la marihuana una droga, pero más de 30 estados permiten su uso para una serie de problemas médicos, algunos sin pruebas suficientes.

La ciencia es más favorable para casos de dolor crónico, la razón más común que la gente da cuando se inscribe en programas de uso medicinal de marihuana aprobados por el gobierno, pero se sabe poco sobre qué partes de la marihuana son útiles y si los efectos intoxicantes del THC pueden ser evitados.

"La ciencia está rezagada, detrás del interés y uso del público. Estamos haciendo lo mejor para ponernos al día", dijo el médico David Shurtleff, subdirector del Centro Nacional para Salud Integral y Complementaria, que está ofreciendo los fondos para los proyectos.

El THC ha sido investigado extensivamente, dijo Shurtleff, y su potencial para conllevar a la adicción y abuso lo hacen inadecuado como tratamiento para el dolor.

Otras agencias federales han apoyado la investigación de la marihuana, pero gran parte del enfoque ha sido en los posibles daños.