¿Sabía usted que una dieta alta en grasa, además de tener efectos nocivos sobre el sistema cardiovascular, le afecta también a nivel neurológico? 

El impacto es tan grande, según encontró un grupo de investigadores en la Isla, que esa acumulación de grasa provoca que placas de colesterol se adhieran al cerebro, tal y como se puede ver en los pacientes que padecen de Alzheimer.

Esta es una enfermedad degenerativa que no tiene cura. Se estima que cada segundo 67 personas en EE.UU. son diagnosticadas con el mal, y de éstos, solo 45 por ciento lo saben, en ocasiones porque no se lo han dicho sus médicos o cuidadores.

Conocer cómo opera el Alzheimer es vital tanto para quien lo padece como para los que están a su lado, y la investigación de los doctores boricuas sobre el alto consumo de grasa y cómo afecta el cerebro produjo resultados novedosos.

“Lo importante aquí es que a raíz de esa dieta alta en grasa, que es el equivalente a lo que comemos en los fast food, hay un efecto adverso sobre la salud, no solo a nivel cardiovascular sino a nivel neurológico”, sostuvo la doctora Lixmar Pereira.

De acuerdo con la investigadora en neurociencia, en los últimos años se ha reportado un incremento en personas diagnosticadas con síndrome metabólico, que es una colección de signos y síntomas asociados a la diabetes, alta presión, problemas cardiovasculares, daño hepático y obesidad, entre otros. Estos síntomas están directamente relacionados con nuestros estilos de vida, siendo la nutrición uno de los factores más importantes. 

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¿Qué investigaba ese grupo que usted dirigió?

Se comenzó a trabajar en el 2014 (en una universidad del norte de la Isla) con unos ratones que tenían unas deficiencias genéticas de la apolipoproteína E -que en su función normal facilita el metabolismo de grasas- a los cuales se les dio una dieta alta en grasa para ver qué sucedía en el organismo.

Cabe destacar que en el estudio también se utilizaron animales sin deficiencia genética, y todos desarrollaron condiciones. Sin embargo, en el que tenía la deficiencia de la apolipoproteína E, esas condiciones se agudizaron.

¿Qué síntomas provoca tener una deficiencia de esta proteína?

Impide la entrada adecuada del colesterol a las células, por lo que se comienza a acumular de manera inadecuada en la parte externa de las neuronas en el cerebro. En estudios previos, investigadores observaron que una deficiencia en esta proteína contribuye al desarrollo del Alzheimer.

¿En el estudio, qué órganos investigaron?

Un grupo comenzó a estudiar el hígado, otro el corazón y a mí se me dio la oportunidad de estudiar el cerebro; ver qué pasa en ese cerebro y en qué punto la deficiencia genética de este animal se ve alterada con la dieta alta en grasa.


En la foto, la doctora Lixmar Pereira (Suministrada)

Durante la investigación, primero se consideró el aspecto genético que predispone al organismo a desarrollar disfunciones en el metabolismo, el grupo trabajaba con el impacto de las grasas en los órganos, pero sin incluir el cerebro. Como no estaban usando los cerebros de los ratones, se los donaron a la catedrática.

“Los investigadores no sabían que esos animales desarrollaban o iban a desarrollar el síndrome metabólico, pero en el camino  un investigador se dio cuenta de que tenían hígado graso, problemas en los vasos sanguíneos, se veían placas y la azúcar y el colesterol estaban altos”, explicó Pereira.

El grupo, entonces descubrió que “al darle tanta grasa le desarrollamos un síndrome metabólico, y la única diferencia fue la consecuencia de la dieta”.

¿Cómo explica el síndrome metabólico?

Si la persona es diabética eso va a dañar el resto de los órganos; para que se considere síndrome metabólico tiene que tener de dos a tres condiciones. Así, podría tener diabetes, problemas cardíacos y de metabolismo. Son enfermedades que están conectadas… ya que no solo tienes un órgano sino muchas partes del cuerpo afectadas por esta condición.

¿Cómo relaciona esta investigación con el Alzheimer?

Una de las enfermedades neurodegenerativas con mayor crecimiento en nuestra población es precisamente el Alzheimer. En el 2014 fue reportado en el Informe de la Salud en Puerto Rico que los casos de muerte por Alzheimer aumentaron un 72.5% desde 2004 a 2012.  Estas muertes comienzan a darse desde temprana edad como de los 55 años en adelante. En comparación con otros 27 países, Puerto Rico esta en segundo lugar con mayor muertes por Alzheimer.  No es un hecho aislado que estos síntomas de alteraciones metabólicas aumenten paralelamente a los casos de enfermedades neurodegenerativas. 

Agregó que “encontramos que en organismos con una dieta alta en grasa  hay una formación significativa de agregados de colesterol en diversas estructuras del cerebro.  Estos agregados tienen mucho parecido a las placas amiloides, identificadas en los cerebros de pacientes con Alzheimer”.

Además, la doctora Pereira dijo que se identificaron cambios en las interrupciones de las conexiones neuronales. “La sumatoria de estos efectos tiene serias implicaciones en el desarrollo de alteraciones a nivel neurológico como se observan en algunas enfermedades degenerativas incluyendo el Alzheimer”, sostuvo. 

¿Cómo ayudará este estudio a las personas?

Todo esto es importante mencionarlo a la población, no sólo para que vayan al médico a revisarse, sino para que tomen control sobre lo que consumen. Hay una tendencia de ir al médico y seguir comiendo lo mismo; no hay una modificación de vida; se piensa que con una pastilla te vas a curar o aliviar el exceso de azúcar por la diabetes, que con otra te vas a arreglar los niveles de colesterol en la sangre; que con un bypass te vas a limpiar esas arterias del corazón y la realidad es que te queda el órgano más sensible, y el más importante, el que controla todos los sistemas, el cerebro.

Recomendó evitar las golosinas, la azúcar refinada y disminuir las grasas saturadas. Sin embargo, alertó que no es dejar de comer las grasas buenas, o no saturadas. “Es consumir alimentos que contengan esas grasas, como productos a base de plantas, o preparar las carnes en su hogar”, entre otras alternativas.

Una dieta sana, ¿mejora o hace reversible los efectos en esos órganos?

No he hecho los estudios para abundar sobre eso, pero puedo especular. Esperaría que haya una disminución en la formación de esas placas, y se ha  comprobado que sí, a nivel cardiovascular, a nivel hepático,  una dieta más saludable, baja en grasa, mejora todos los síntomas del síndrome metabólico… así que yo esperaría ver estos mismos efectos a nivel neurológico”.

El grupo de investigadores, incluyendo al experto en desarrollo embrionario y anatomía, el doctor Carlos Morán, del Sistema Universidad de Puerto Rico, y el experto en biología molecular y celular, el doctor Edgardo Castro, ahora en la Universidad de Wisconsin, llevó los resultados a una prestigiosa institución a nivel internacional, donde se presentan los innovaciones en neurociencia. Allí aceptaron el abstracto y el próximo 17 de octubre, presentarán el estudio en su totalidad. El doctor Joshua Melot también participó en el proyecto.

“Presentamos los hallazgos e, incluso, está puesto bajo la sección de Alzheimer, porque tiene relevancia con estas condiciones degenerativas”, agregó.