El asma es una enfermedad inflamatoria crónica que, debido a la variabilidad de los síntomas, lleva a los pacientes a abandonar los tratamientos en distintos períodos. Cuando estos reaparecen, muchas veces son tratados con aerosoles de corta duración, sin terapia antiinflamatoria.

El doctor Luis J. Nannini, médico neumonólogo, presenta un panorama sobre la actualidad de esta enfermedad y hace énfasis en cuáles son los riesgos que enfrentan los pacientes asmáticos:

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas del asma son variables en el tiempo y en intensidad. Los más característicos son: sensación de falta de aire, sibilancias o silbidos en el pecho, tos, opresión torácica. Pueden aparecer debido a determinados desencadenantes que provocan inflamación en la vía aérea.

¿Por qué y cuándo acudir a un médico?

Es importante consultar al médico de manera temprana para evitar retrasos en el diagnóstico y poder iniciar el tratamiento correspondiente. Esto impactará positivamente en la evolución y calidad de vida de los pacientes.  

¿Son iguales todos los aerosoles?

Uno de los más comunes es el SABA (Short-Acting Beta-Agonists o broncodilatador de acción rápida). El SABA no tiene acción antiinflamatoria, sino que le brinda a los pacientes alivio transitorio, sin tratar la enfermedad. Otros dispositivos contienen esteroides inhalatorios que solos o en combinación con broncodilatadores poseen propiedades antiinflamatorias.

Riesgos 

Las guías internacionales recomiendan no utilizar broncodilatador de acción rápida como tratamiento único del asma. Ante los síntomas de asma, los pacientes confían desmedidamente en los broncodilatadores de acción rápida. La medicación para el asma se basa en la utilización de corticoides inhalados, que tratan la inflamación de las vías respiratorias. El uso de tres o más unidades de SABA por año predispone al paciente a sufrir una crisis de asma.

Moderada a grave 

La utilización del tratamiento antiinflamatorio en estadios tempranos mejora el pronóstico de la enfermedad. Para pacientes con asma moderada a grave, hay estrategias de tratamiento muy eficaces que no requieren la utilización de broncodilatador de acción rápida. “En el hospital donde trabajo hemos enfocado el tratamiento del asma en la inflamación y en los últimos cuatro años, merced a disponer de combinaciones con corticoides y broncodilatadores de acción prolongada, pudimos erradicar los broncodilatadores de acción rápida en el manejo ambulatorio del asma”, explicó Nannini. 

Claves: tratamiento y buena calidad de vida

Aunque no presenten síntomas, los pacientes deben continuar el tratamiento indicado por el médico hasta la próxima consulta, en donde se evaluará la respuesta clínica y la función pulmonar con una espirometría. Los controles deben realizarse regularmente (se recomienda cada tres meses). Se puede realizar una evaluación de control mediante este examen. Además del diagnóstico correcto y de seguir el tratamiento indicado por el médico, otras medidas como vivir en un ambiente libre de humo de cigarrillo y la actividad física, ayudan a que el paciente pueda tener una vida normal.