Alrededor de 1 de cada 7 bebés nacidos de madres que tuvieron zika durante su embarazo en el último año y medio, han tenido uno o más problemas de salud posiblemente causados por la exposición al virus antes de nacer, según el último informe de Signos Vitales.

Algunos de estos problemas de salud no fueron evidentes al momento de nacer. El informe se basa en Puerto Rico, Samoa, las Islas Vírgenes estadounidenses, los Estados Federados de Micronesia y la República de las Islas Marshall.

En alrededor de 4,800 embarazos que tuvieron lugar en los territorios que fueron notificados al Registro de Casos de Zika en el Embarazo y en los Bebés en Estados Unidos, los resultados de laboratorio mostraron que pudo haber o se confirmó una infección por el virus del zika entre el 2016 y el 2018.

De estos embarazos, 1,450 bebés tenían al menos un año de edad al pasado 1de febrero, y cualquier atención de seguimiento que recibieron fue notificada al USZPIR.

Sin embargo, muchos de estos bebés no se les hicieron todas las pruebas recomendadas para detectar posibles problemas de salud relacionados con el virus.

“Sabemos que la infección por el virus del zika durante el embarazo puede causar problemas graves de salud en los bebés, como defectos de nacimiento y problemas de visión, incluso afecciones que no siempre son evidentes al nacer", dijo el director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), Robert Redfield.

“Todavía estamos aprendiendo sobre la amplitud total de los problemas de salud a largo plazo que estos bebés podrían enfrentar. Agradecemos a los médicos por su compromiso continuo de llevar a cabo todas las pruebas y evaluaciones necesarias para asegurar la atención adecuada", agregó.

Se necesita seguimiento

Los CDC recomiendan que a todos los bebés nacidos de madres que tuvieron la infección durante el embarazo se les hagan diversas pruebas de detección y reciban atención aun cuando parezcan sanos al nacer.

Los datos reportados, correspondientes a los territorios, mostraron que puede mejorarse la situación con respecto a las pruebas de detección y la atención que estos bebés reciben, comunicaron.

Por ejemplo, si bien se reportó que al 95% de los 1,450 bebés incluidos en el análisis se les había hecho un examen físico a las dos semanas de nacer, también se registró que solamente al 36% de estos bebés un médico de los ojos le había hecho el examen de la vista recomendado.

“Seguir las recomendaciones sobre las pruebas de detección y la atención de estos bebés es importante para lograr una identificación más completa de los problemas de salud y la remisión oportuna a los servicios necesarios”, indicaron.