Bajar de peso, realizar ejercicios y comer más saludable es una ambición de muchos. Somos boricuas, nos fascina lo criollo, nos gusta la variedad, pero también la comida gustosa por su condimentación.

 Esas son razones suficientes para reflexionar si realmente queremos mejorar nuestra alimentación. 

Si eres de los que acostumbra a comer fuera o comida rápida es importante que conozcas cuáles son los condimentos y tipos de aceites que contienen dichas comidas. De esta forma, podrás realizar las preguntas adecuadas sobre los ingredientes cuando visites los lugares de preferencia. 

Si, por el contrario, eres de las personas que le gusta cocinar, sea por contar con un presupuesto limitado o porque padeces alguna condición de salud como diabetes, hipertensión o colesterol alto, compartimos las siguientes guías para que comiences a tomar control de lo que comes.

Sal

 Es uno de los minerales que nos ayudan a equilibrar los niveles de electrolitos en nuestro cuerpo. Es el más utilizado al cocinar, porque realza el sabor. Sin embargo, la situación se agrava cuando no medimos la cantidad que usamos. Esto trae consecuencias a nuestra salud, a largo plazo. Una cucharadita de sal de mesa contiene 2,300 mg de sodio. Para las personas que no tienen problemas de hipertensión esta sería la cantidad máxima al día. Los alimentos naturalmente contienen sodio, por lo que no es necesario añadirle más. 

Si tienes problemas de hipertensión te mostramos varias alternativas como sustituto:

Ajo en polvo 

Rico en vitaminas, minerales y antioxidantes, ayuda en la reducción del colesterol malo. Lo puedes utilizar en carnes, pescados, sopas y fricasé.

Cebolla en polvo

Añade mucho sabor a las comidas y ayuda a limpiar tus riñones. Lo puedes utilizar en carnes, pescados, fricasé, arroz, ensaladas.

Pimienta negra 

Tiene propiedades antiinflamatorias. Ideal para carnes y pescado.

Orégano en polvo 

Te ayuda a mejorar el sistema inmunológico. Lo puedes utilizar en carnes, mariscos, fricase, salsas rojas y pastas.

Comino

Su consumo regular ayuda al control del colesterol. Tiene un sabor intenso, por lo que debe ser utilizado con moderación. Ideal para carnes, sopas y viandas.

Cúrcuma 

Tiene un sabor muy particular, tiene propiedades antiinflamatorias, digestivas y antibacterianas. Ideal para darle color a los guisos, arroz, salsas, habichuelas.

¿Y las frituras?

Los profesionales de la salud no recomiendan comer frituras, pero si lo deseas, las mejores alternativas para freírlas son el aceite de oliva extra virgen, el aceite de uva y el de coco. 

Es muy importante saber elegir tus aceites para que obtengas la mayor cantidad de sus beneficios y el menor impacto negativo. La grasa saludable es una parte muy valiosa en la dieta, una de sus funciones es mantener en nuestro cuerpo los nutrientes:

Aceite de girasol: sólo se aconseja una pequeña cantidad diaria, no lo uses a altas temperaturas.

Aceite de maíz: no lo uses para freír, no aguanta altas temperaturas, su consumo en exceso podría ser perjudicial. 

Aceite de soya: se recomienda solamente crudo y en pequeña cantidad.

Aceite de canola: tiene un sabor neutro. Tiene efectos protectores para la salud cardíaca. 

Aceite de uva: excelente por los beneficios para el corazón. Se puede utilizar a temperaturas medias y altas.

Aceite de oliva: saludable para ensaladas y para cocinar alimentos porque no cambia su composición en altas temperaturas. Bueno para el sistema circulatorio. Se recomienda el 100% extra virgen. 

Aceite de coco: sus componentes no cambian con el calor. Lo ideal es utilizarlo de manera controlada.

La autora es chef y posee estudios en Administración de Empresas y artes culinarias.