A la mamá de Ivette García le diagnosticaron Alzheimer hace unos seis años. Fueron a ver al médico pues la señora decía que, a veces, se olvidaba de los nombres de las cosas y de las personas, y le daba trabajo hasta escribir una carta. 

La pérdida de memoria fue aumentando gradualmente y su comportamiento fue cambiando. “Cuidé de mi mamá todos estos años, no fue fácil, pero lo hice con amor. Actualmente, está en la última etapa: ya no come por su cuenta, hay que alimentarla por un tubo; está en cama y ya no se levanta. Aunque ya no habla ni reconoce a sus hijos, nosotros sí sabemos quién es ella y le damos todo nuestro amor y cuidados”, aseguró García.

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Por su parte, el doctor Ricardo Alvarado Meléndez, especialista en neurología, en el Departamento de Neurología del Hospital Auxilio Mutuo, en Hato Rey explicó que, entre las demencias, el Alzheimer es la más común. “La demencia en general, es pérdida de memoria y de las habilidades mentales necesarias para interferir con el diario vivir. Cuando hay demencia, hay pérdida de comunicación, de lenguaje, de razonamiento, el juicio se va perdiendo y, dependiendo cómo vayan ocurriendo los síntomas, es que se puede clasificar”, destacó el médico.

Dijo Alvarado que hay varias causas que pueden causar demencia y que no necesariamente son primarias, como, por ejemplo, un tumor. Esas son secundarias. El Alzheimer es la más común entre las primarias.

Los signos y síntomas 

Según Alvarado Meléndez, muchas personas experimentan olvidos pues es parte del proceso normal de envejecimiento. Todos tenemos dificultad ocasional para recordar una palabra o el nombre de alguien. Sin embargo, una persona con Alzheimer va a presentar unos síntomas específicos y que nos deben alertar.

“Son personas que nos pueden llamar por teléfono a contarnos o a preguntarnos lo mismo muchas veces. Se pueden olvidar con frecuencia de los nombres de las personas. Más tarde en la condición, empiezan a tener dificultad para comunicarse, problemas de atención, de juicio, desorientación, confusión y cambios de comportamiento. No van a poder resolver operaciones matemáticas sencillas, ni van a poder realizar tareas del hogar. Según pasa el tiempo, van a tener problemas para hablar, tragar y un deterioro en la capacidad de movimiento y de caminar”, sostuvo. 

Etapas del Alzheimer

Por lo general, indicó Alvarado, la enfermedad avanza gradualmente y se pasa por varias etapas:

Leve 

Al principio, la persona con Alzheimer empieza a tener problemas de memoria que interfieren con su diario vivir. Experimenta cambios leves de su estado de ánimo. Tiene dificultad para aprender cosas nuevas y pierde el hilo de lo que está hablando. 

Moderada 

En esta etapa, las personas con Alzheimer pueden recordar cosas del pasado y tener dificultad para recordar las recientes. No saben la fecha en que viven ni el lugar. A medida que pierden su vocabulario, se inventan palabras para comunicarse. En esta etapa, también pueden tener complicaciones a la hora de bañarse y prepararse sus alimentos, por lo que necesitan asistencia de otra persona.

Severa 

En esta etapa final, los pacientes no reconocen a nadie y pierden la capacidad de hablar. Pierden la capacidad de masticar y tragar alimentos. Quedan postrados en una cama. Pueden perder el control de la vejiga y del intestino. Se vuelven vulnerables a la neumonía y otras enfermedades. Necesitan atención constante. 

“Eventualmente, un paciente de Alzheimer sucumbe a un estado de coma y a la muerte, como resultado de complicaciones médicas como una neumonía , entre otras”, recalcó el especialista en neurología, en el Departamento de Neurología del Hospital Auxilio Mutuo.

La evaluación médica

Si sospecha que usted o un ser amado tiene un problema de memoria, debe buscar consejo y una evaluación realizada por un médico. El doctor puede descartar otras causas posibles de la pérdida de memoria que requieren su propio tratamiento.

“Es importante la evaluación médica porque hay muchas condiciones que pueden causar problemas de memoria y que no necesariamente son problemas de demencia. Muchas de estas condiciones son tratables y la pérdida de memoria pudiera ser reversible. Entre están: la tiroide, deficiencias de vitamina e infecciones como neurosífilis, entre otras”, destacó. 

En segundo lugar, si se tratase de Alzheimer, si bien no existe una cura para esta enfermedad, un médico puede recetar ciertos medicamentos para ayudar a retrasar la progresión de la misma. 

“Hay que tratar de identificar la condición lo antes posible. Esto se debe, principalmente, por los medicamentos que hay al momento. Estos no curan la enfermedad ni la detienen, lo que hacen es retrasar el progreso de la enfermedad”, concluyó.