1. Tiburón blanco

No es ninguna sorpresa. El tiburón blanco está considerado como el animal más peligroso de las aguas. Principalmente, por sus aterradoras fauces, que se abren hasta tal punto de parecer deformarle la cabeza, para luego cerrarlas con una fuerza 300 veces superior a la de una mandíbula humana. Eso, por no hablar de sus grandes y triangulares dientes, que son capaces de despedazar a cualquier clase de presa. 

Por si fuera poco, la sangre en el agua los excita, hasta el punto de hacerlos morder y atacar prácticamente a cualquier cosa que se mueva (o nade). 

2. Medusas irukandji

En principio, un roce con una de estas medusas pasa inadvertido y no deja lesiones visibles. El verdadero calvario, en cambio, empieza unos 20 minutos después, cuando la víctima comienza a experimentar lo que se conoce como el síndrome irukandji: sudoración excesiva, dolor de cabeza, ritmo cardiaco acelerado y malestar en los músculos. 

Por lo general la muerte sobreviene tras una embolia cardíaca.

3. El payaso perezoso

El payaso perezoso, como muchos otros de sus colegas que trabajan en fiestas infantiles, da miedo de entrada. Pero no tanto como el que debería, ya que esta oruga cuenta con uno de los venenos más letales del mundo. 

De aspecto raro, pequeño y hasta gracioso, este animal puede matar con solo una de sus espinas a varias personas de una sola picada.

4. Ranas dardo

Considerado el vertebrado más peligroso del mundo, la rana dardo es un anfibio anuro de la familia Dendrobatidae, endémica de las selvas húmedas de la zona pacífica colombiana. A pesar de su pequeño tamaño (60 mm en promedio), esta clase de ranas producen la suficiente toxina a través de su piel como para matar hasta 10 humanos.

Precisamente, su piel de coloración brillante funciona como advertencia para sus potenciales depredadores y en general, para todo aquel que pretenda meterse con ella(s). 

5. Cubozoos

Seguramente no recuerdes haber oído hablar antes de este animal. Pero quizá cuando te enteres de sus peligrosas características, no te quedarán ganas de saber mucho más. Llamadas popularmente como ‘avispas de mar’, y muy parecidas a las medusas, el cubozoa es una especie originaria de Australia, Filipinas y otras regiones tropicales de Asia y Oceanía, con capacidad para producir la toxina suficiente para matar hasta 60 personas, a través de sus 60 tentáculos de 15 pies de largo.

6. Caracol cono

Si te consideras un amante gastronómico de los caracoles, tal vez prefieras alejarte del caracol cono. Un pequeño molusco de colores brillantes que tiene una de las neurotoxinas más potentes del mundo, y que es capaz de matar a una persona en solo cuatro minutos por medio de una rápida y certera picadura. 

Antes de morir, las víctimas experimentan una fuerte parálisis en todo el cuerpo, haciendo de sus últimos instantes de vida toda una insufrible agonía. 

7. Cocodrilo marino

No hay que ser un experto científico o un reputado biólogo para saber que los cocodrilos son de los animales acuáticos más peligrosos del planeta. ¿Y cómo no? Si es que su aspecto prehistórico, junto con sus afilados y numerosos colmillos, espantan a cualquiera. 

Sin embargo, el cocodrilo marino destaca entre el resto de sus demás parientes por sus siete metros de longitud, y también, por su increíble velocidad en el agua (en donde puede llegar a alcanzar hasta los 43 km/h). Los humanos son una de sus mayores amenazas, y por lo mismo, una de sus presas favoritas.

8. Pez piedra

A simple vista, este animal puede pasar por una de las tantas rocas marinas que hay en el océano. Sin embargo, este pequeño y extraño ejemplar es en realidad uno de los animales más letales del planeta, ya que gracias a su veneno, que expulsa a través de unas diminutas espinas localizadas sobre su espalda, es capaz de matar a un ser humano en cuestión de minutos. 

Pero antes de acabar con la vida de su víctima, el pescado de piedra es capaz de torturarla por algunos instantes al infringirle un terrible dolor en la extremidad afectada, llegando incluso hasta hacerla rogar por la amputación inmediata de la misma.  

9. Hipopótamo 

No dejes que su aspecto pesado y tierno te engañen. Los hipopótamos son de los animales más agresivos y territoriales del mundo (aunque solamente en el agua). Tanto así, que inclusive hasta los caimanes y cocodrilos evitan meterse con ellos. 

Además, de sus afilados y enormes colmillos, la velocidad es una de sus principales armas de ataque. Por lo que es prudente mantenerse a varios metros de distancia de ellos, especialmente si una de las hembras tiene cría. 

10. Serpientes de mar

Toda serpiente es peligrosa. No importa que se arrastre sobre la tierra o que lo haga en las profundidades de los océanos, como lo hace, precisamente, la serpiente de mar, que posee uno de los venenos más potentes de los que se tenga conocimiento hasta ahora. Aún así, son uno de los platos preferidos por pescadores de Hong-Kong, que arriesgan sus vidas intentando cazarlas para obtener su deliciosa carne.