Hace 210 millones de años, en el sur de África, los dinosaurios tuvieron como rival a un cocodrilo que los igualaba en tamaño. Y, en esta lucha de titanes, los primeros tenían todas las de perder, postula una reciente estudio.

En aquella época, los rauisuquios, unas criaturas estrechamente relacionadas con los cocodrilos modernos, podían alcanzar los diez metros de largo. Además, a su imponente tamaño se le sumaba un enorme cráneo lleno de dientes serrados y curvos.

Investigadores de la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo, Sudáfrica, analizaron unos antiguos fósiles que demuestran que al menos dos especies de rauisuquios sembraron el terrón entre los dinosaurios herbívoros del Triásico.

Entre los huesos estudiados, se incluyeron dientes, piezas de mandíbulas, extremidades posteriores y armadura corpórea.

"Es sorprendente seguir las pistas que se dejan en dientes, mandíbulas, extremidades y otros fósiles para ayudarnos a contar la historia antigua de la vida en el sur de África", dice Rick Tolchard, autor del estudio.

El estudio, publicado en el Journal of African Earth Sciences, muestra que los rauisuquios eran algunos de los últimos miembros sobrevivientes de su grupo, y que cuando estaban vivos, prosperaron cerca del Círculo Antártico, el límite teórico por su fisiología.

“En el período Triásico, los rauisuquios estaban muy extendidos y sus fósiles son conocidos de todos los continentes excepto la Antártida”, agrega Tolchard. “Se extinguieron hace unos 200 millones de años, allanando el camino para que los dinosaurios se convirtieran en los grandes animales terrestres dominantes”.