Una sonda espacial israelí fracasó en su intento de pasar a la historia como la primera misión lunar de financiamiento privado.

La nave SpaceIL perdió contacto con la Tierra el jueves por la noche momentos antes de descender sobre la Luna, y los científicos declararon la misión como un fracaso.

La pequeña sonda robótica, construida por SpaceIL, un grupo sin fines de lucro, y la paraestatal Industrias Aeroespaciales Israel, confiaban en igualar la hazaña lograda sólo por las agencias nacionales espaciales de tres países: Estados Unidos, Rusia y China.

“Si no se tuvo éxito en la primera, hay que intentarlo de nuevo”, dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien estaba a la mano para asistir a lo que los organizadores confiaban sería una celebración.