Los viajes en el espacio son materia de análisis desde hace décadas. La humanidad ya ha podido enviar al hombre a la Luna y sondas que exploran el Sistema Solar, pero las distancias recorridas por los aparatos son minúsculas, en términos astronómicos. Por ello, los científicos tratan de buscar otras alternativas para recorrer las enormes distancias del Universo y llegar a otros mundos.

Una de las posibilidades que han barajado los astrofísicos en las últimas décadas es usar los agujeros de gusano, que son como túneles en el espacio-tiempo, para llegar de un punto a otro del cosmos. Sin embargo, aún no se ha comprobado que estos objetos teóricos existan y tampoco se sabe si la materia sobrevivirá a un viaje de este tipo.

Ahora, investigadores de la Universidad de California han abierto una posibilidad, por ahora teórica, para que esto se haga realidad.

Su estudio, publicado en la revista Classical and Quantum Gravity, afirma que estos “pasajes” pueden permanecer abiertos el tiempo suficiente para ser atravesados.

Los científicos creen que hay dos tipos de agujeros de gusanos: los primeros están formados por dos agujeros negros unidos entre sí; los segundos, por un agujero negro y un agujero blanco (que expulsa materia en lugar de absorberla).

El primer tipo de agujero de gusano no permite en ningún caso que el material que entró salga: sería como una cámara que solo permite la entrada, pero no la salida. En cambio, en el segundo caso, la materia podría ingresar por el agujero negro y salir por el agujero blanco, es decir, tendría una “puerta” de salida.

Pero, hasta el momento, los astrofísicos creían que estos objetos eran muy inestables y de corta vida, por lo que no podían permanecer el tiempo suficiente para que algo lo atravesara.

Diandian Wang, autor principal del estudio, y su equipo plantean, basados en la Teoría de Cuerdas, que un agujero de gusano puede ser transitable si las cuerdas, las partículas que forman la materia, se rompen.

“Una cuerda contiene energía, y cuando se rompe, esa energía se convierte en dos agujeros negros, uno en cada extremo de la cuerda”, explica el investigador.

Cálculos anteriores señalaban que la energía de estos agujeros negros haría que se alejaran el uno del otro, lo cual haría que su tiempo de vida sea muy reducido, llegando a pocos milisegundos. Pero las estimaciones del equipo de Wang muestran que la misma curvatura del espacio-tiempo haría que los agujeros negros no se alejen, manteniéndolos así unidos por un tiempo suficiente para que la materia puede atravesarlos.

Los cálculos sugieren que estos agujeros de gusano teóricos podrían permanecer abiertos por un tiempo indeterminado, pero que serían muy raros y que sería más probable que permitan el paso de la luz y no de cuerpos formados.