La semana pasada, dos astronautas de la NASA realizaron la primera caminata espacial solo de mujeres, un hecho histórico en la Estación Espacial Internacional (EEI), pero la agencia espacial informó que uno de los guantes de uno de los trajes usados se contaminó con una sustancia desconocida.

Si bien la sustancia aún está siendo analizada, desde la agencia estadounidense han informado que probablemente solo sea grasa espacial.

Las astronautas Christina Koch y Jessica Meir tenían como misión reemplazar una de las unidades de carga y descarga de baterías (BCDU) de la Estación Espacial Internacional (EEI) después de que fallara tras una caminata espacial previa el 11 de octubre. A pesar de que la misión terminó con éxito, cuando las expertas volvieron a entrar en la base científica, había un contaminante en uno de los guantes de Koch.

La investigación sobre el origen de esta contaminación se mantiene activa, pero es muy probable que este “contaminante” sea solo grasa del brazo robótico Canadarm 2 de la EEI, explicó la ingeniera y astronauta de la generación de 2013 durante una transmisión web realizada esta semana.

Con el objetivo de transportar el voluminoso BCDU de reemplazo en el espacio, Koch tuvo la tarea única de desplazarse en el brazo robótico. La astronauta se refirió a esta oportunidad como “un privilegio increíble. Es algo para lo que entrenamos, pero como es raro, no mucha gente realmente tiene la experiencia de hacerlo”, comentó. “Parte de lo que eso implica es en realidad instalar un reposapiés en el extremo del brazo, el extremo que en realidad sólo está destinado a capturar un vehículo de carga que llega a la Estación”.

"Un componente mecánico como ese tiene grasa y lubricación. Y lo que los ingenieros piensan en este momento es que mi mano simplemente rozó algo de eso cuando estaba instalando el reposapiés”.

Entonces, si bien un “guante de traje espacial contaminado” puede parecer misterioso o peligroso, parece que el guante solo tiene algo de grasa de Canadarm 2. Koch detalló durante la transmisión web que los guantes ahora están siendo analizados dentro de la Estación Espacial y que el guante contaminado está “sólo un poco manchado”.

“Desafortunadamente, desearía poder estar tan limpia cuando estoy en mi traje espacial como intento hacerlo cuando estoy comiendo en la cocina y nuestra comida flota”, bromeó Koch, enfatizando que la contaminación del guante no es realmente importante.