“El país en candela y estos anunciando sus obritas”.

Eso lo escribió en mi página una seguidora, quien al parecer esperaba leer información relacionada a la crisis que enfrenta el gobernador.

Ella y otros pocos resintieron que publicará en mis redes la promoción de la nueva comedia que produzco junto a Molusco, La Casa Sin Papel.

En mi caso, los que llevan años siguiendo mis redes, saben que nunca escribo ni opino sobre asuntos políticos ni de Gobierno.

Mis publicaciones, todas, son reflexiones sobre mi vida diaria, con un toque muy personal, casi siempre salpicadas de humor para tratar de que la pasen bien mientras hacen su lectura.

Dicho sea de paso, a eso me dedico, a entretener a la gente, llevando un poco de mi vida a la pantalla, las redes y los periódicos. Como el médico, la enfermera, el obrero, entre otros, independiente de las circunstancias, me toca seguir trabajando.

No se puede detener la vida, hay que salir a trabajar. The show must go on, tendemos a decir en el show business, cuando el ambiente se complica, pero hay que cumplir con el público.

Como los reporteros presentan noticias, los analistas opinan sobre acontecimientos y los políticos dirigen el País, mi trabajo y el de mis compañeros es entretener, que mucha falta hace en los tiempos que vive el País. Así nos ganamos la vida, por lo cual llueva, truene o relampaguee, tenemos que salir al escenario.

El calificativo despectivo de “obrita” deja ver, además, el poco aprecio que tiene al trabajo que hacemos. Para el gusto, los colores, con eso no tengo problema.

Sepa usted que con esas “obritas” les damos trabajo a muchas familias puertorriqueñas y creamos movimiento económico en lugares que bien lo necesitan.

Es mucho el esfuerzo, el riesgo que los productores asumimos en estos proyectos, tratando de llevar un producto de calidad que le permita a la gente un ratito de esparcimiento.

A Dios gracias, el público ha sido generoso con su respaldo, pero el día que sea diferente, nuestro empeño por la excelencia se mantendrá intacto, aunque nos cueste. 

Todos los puertorriqueños estamos llamados a participar y ser parte de la solución a los problemas del País.

Sin embargo, todos tenemos el derecho a seguir trabajando, produciendo y echando hacia adelante.

The show must go on.