Washington. El Banco Mundial rebajó ayer, martes, su pronóstico de crecimiento para la economía global de este año debido a las tensiones comerciales, la debilidad en la actividad manufacturera y las crecientes presiones financieras en los mercados emergentes.

En un informe titulado "Cielos ensombrecidos", la agencia que combate la pobreza ahora prevé que la economía mundial crecerá 2.9% en el 2019, comparado con el 3% que pronosticó en junio. Sería el segundo año consecutivo de desaceleración en el crecimiento. La economía global se expandió 3% el año pasado y 3.1% en el 2017.

El banco dejó su pronóstico para la economía estadounidense sin cambios, en 2.5%, aunque debajo del 2.9% de 2018. Pronosticó además un crecimiento de 1.6% para los 19 países en la zona del euro, comparado con 1.9% el año pasado. Para China, la segunda mayor economía mundial, el BM espera un crecimiento de 6.2% en el 2019, luego de incremento de 6.5% en el 2018.

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El banco aumentó sus expectativas para la economía japonesa, aumentando su pronóstico de crecimiento de 0.8% en el 2018 a 0.9% para este año.

El año pasado, el presidente Donald Trump impuso aranceles a importaciones de lavadoras automáticas de platos, paneles solares, acero, aluminio y productos chinos valorados en 250,000 millones. Otros países tomaron represalias imponiendo sus propios aranceles en disputas que siguen por resolverse.

La guerra de aranceles está afectando negativamente el comercio mundial. El banco predice que el crecimiento del comercio mundial bajará a 3.6% este año, comparado con 3.8% en el 2018 y 5.4% en el 2017. La desaceleración comercial está afectando negativamente a la manufactura de todo el mundo.

Los aumentos en las tasas de interés están pasando la factura a los gobiernos y empresas de mercados emergentes que sacaron créditos cuando los intereses eran muy bajos tras la Gran Recesión del 2007-2009. Al refinanciar los créditos, tienen que hacerlo a intereses más altos. El aumento en el precio del dólar también está haciendo las cosas más difíciles para los prestatarios de mercados emergentes que asumieron deuda en dólares estadounidenses.

"Ahora, los pagos por servicio de deuda están comiéndose los ingresos del gobierno, haciendo más difícil que asignen fondos esenciales para servicios sociales", dijo la directora general del Banco Mundial Kristalina Georgieva, quien reemplazará de manera interina al presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim cuando se vaya a fines de enero.