La joven de 17 años y natural de Toa Baja que fue encontrada muerta esta semana en la ciudad de Kissimmee, Orlando se quitó la vida y no fue un asesinato como inicialmente se pensaba.

Así lo confirmó la familia de Coralis Remigio Rivera, quienes revelaron que encontraron varias cartas en la casa rodante donde vivía en Life Mobile Home Park, en las que pedía perdón por su fatal de decisión.

Su padre, Félix Juan Remigio, dijo a Telenoticias (Telemundo) que la chica fue hallada desnuda el pasado domingo con una herida profunda en el cuello, lo que inicialmente alertó a las autoridades a investigarlo como un asesinato. La menor también estaba desnuda, por lo que se sospechaba además de alguna posible agresión sexual.

Sin embargo, luego aparecieron las cartas en las que la chica hablaba de una profunda depresión por la que estaba atravesando.

Coralis se había mudado hacía dos años con su madre a Orlando para aprender inglés y entrar al ejército. Sin embargo, su mamá se fue a vivir a Texas y la chica decidió permanecer en la casa rodante en la que vivía.

Allí fue hallada por un amigo, muerta, boca abajo y con un cuchillo bajo su cuerpo.

“Se dio dos cortadas leves y una profunda que hizo que se fuera hacia adelante y cayera al suelo con el cuchillo debajo”, dijo el papá a Telemundo.

“Esa noticia que el guardia me dio me desmontó, tres días sin comer, llorando, y todavía”, dijo entre lágrimas el hombre residente en Levittown.

Se espera que los restos de Coralis sean trasladados a la Isla para hacerle un funeral en Levittown Memorial y posteriormente ser cremada.

A tales fines, la familia ha creado un Go Fund Me  para costear los gastos del proceso.

El suicidio se puede prevenir.  Si usted o alguien que conoce está en riesgo de privarse de la vida llame de inmediato a la Línea PAS: 1-800-981-0023.