Washington. El gobierno del presidente Donald Trump acusó públicamente a Corea del Norte por un ciberataque “irresponsable y temerario” que secuestró cientos de miles de computadoras en todo el mundo el pasado mayo y paralizó parte del Servicio Nacional de Salud británico. 

“Fue un ataque irresponsable y temerario. Afectó a individuos, industrias, gobiernos y las consecuencias fueron más allá de lo económico. Las computadoras afectadas en el sistema de salud británico pusieron vidas en riesgo, no solo dinero”, dijo Bossert. 

Sostuvo que el gobierno atribuye la responsabilidad a los norcoreanos sobre la base de pruebas confirmadas por empresas privadas y los gobiernos del Reino Unido, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Japón. Dijo que Microsoft rastreó el ataque a afiliados cibernéticos de Pyongyang. 

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“Corea del Norte ha actuado de forma especialmente mala, en gran parte sin cortapisas, durante más de una década, y su comportamiento malicioso se hace más escandaloso. WannaCry fue despiadado de forma indiscriminada”, afirmó. 

Bossert dijo que el gobierno de Trump seguirá utilizando su “estrategia de máxima presión para limitar la capacidad de Pyongyang de perpetrar ataques, cibernéticos o de otra clase”. 

El ataque de WannaCry afectó a más de 150 países en mayo, cifrando documentos digitales, bases de datos y otros archivos y exigiendo un rescate por su liberación. 

El software aprovechaba una vulnerabilidad presente sobre todo en versiones antiguas del sistema operativo Windows de Microsoft. En general, las máquinas afectadas no habían recibido actualizaciones de seguridad que habrían bloqueado el ataque. 

Sin embargo, expertos en seguridad rastrearon el uso de ese punto débil hasta la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA). El método formaba parte de una serie de armas digitales de la NSA, robadas y distribuidas de forma pública por un grupo de hackers conocido como los Shadow Brokers. 

El presidente de Microsoft, Brad Smith, comparó el robo con “que se hubieran robado algunos de los misiles Tomahawk del Ejército de Estados Unidos” y alegó que las agencias de inteligencia deberían revelar esas vulnerabilidades en lugar de almacenar la información al respecto. 

Estados Unidos y Corea del Sur han acusado a Corea del Norte y lanzar varios ciberataques en los últimos años, aunque Pyongyang ha rechazado las acusaciones.