KISSIMMEE, Florida. – En par de ocasiones Lisandra Román ha intentado sin éxito ocupar una silla en la Comisión de Kissimmee, pero su deseo por servir a la comunidad no ha terminado y ahora, en su tercer intento, va en busca de lammáxima silla política de la ciudad.

Román, propietaria de la Lechonera El Jibarito, es una de las cinco personas que hasta el momento han anunciado su candidatura para la Alcaldía de Kissimmee en el proceso eleccionario del 2020 en busca de llenar el espacio que dejará vacante el incumbente, el cubano José Alvarez, quien buscará el cargo de Comisionado del Condado de Osceola.

“Queremos estar envueltos en las decisiones que pasan en nuestra comunidad. No podemos dejar que se pasen leyes sin estar envueltos. Y para dar un ejemplo a nuestra juventud, a nuestra gente… cualquier persona como yo, que no tengo estudios universitarios, que no vengo de una familia pudiente, y quiero demostrar que si tienes interés en algo lo puedes lograr. Hay que seguir para adelante. No importa lo que pase porque esto es todo una enseñanza. Todo lo que supuestamente son fracasos, perdiendo se gana”, dijo Román a Primera Hora.

En el 2016 aspiró sin éxito a la silla 3 de la Comisión, y dos años después falló en el intento por la silla 4. “Un guerrero nunca se rinde y hay que seguir perseverando para demostrarle a nuestra juventud, a nuestras niñas, que una persona como yo, una jíbara de Adjuntas, puede lograr ciertas metas”, agregó.

Otros precandidatos a la alcaldía, un puesto que no se adjudica a partidos políticos, son las actuales comisionadas Ángela Eady y Olga González, de descendencia boricua, junto al venezolano Freddie Villanueva y la empresaria Jackie Espinosa. Las primarias serán en agosto del 2020, y los primeros dos lugares irán a los comicios generales del noviembre siguiente.

“En esta trayectoria hemos aprendido mucho, hemos conocido mucha gente linda, muchas amistades, y hemos conocido lo que son las necesidades de nuestra gente en la comunidad. Pase lo que pase estamos aquí para servirle a todos”, enfatizó Román, de 43 años de edad y casada con el coameño Héctor Burgos, con quien ha procreado dos hijos.

“En diferentes campañas uno aprende cosas diferentes, conoces gente diferente, situaciones diferentes y proyectos diferentes. Mucha gente se enfoca en unas áreas y siempre casi todo el mundo es lo mismo. Nosotros estamos buscando que hay otras situaciones que podemos trabajar para el bienestar de toda la comunidad”, añadió.

A su juicio, la población de Kissimmee necesita que la Comisión y la Alcaldía trabajen junto a la empresa privada y establezcan proyectos para disminuir el pago por rentas residenciales y por el cuido de niños, situaciones que afectan directamente a la clase trabajadora. También aboga por alguna solución de beneficio para las personas que están “en el limbo” en cuidados de salud porque no cualifican para Obamacare o Medicare, pero no tienen recursos para pagar costosos planes médicos privados.

“En las diferentes áreas donde hay necesidad en la comunidad estamos buscando información y el respaldo de esas personas que llevan muchos años en el mercado y saben de primera mano lo que está pasando… hay varias cositas que se pueden trabajar y uno reuniéndose con gente que está en esos medios uno llega a buscar recursos y los planes necesarios para lograrlo”, explicó Román, quien también tiene licencia de agente de Bienes Raíces.

En Kissimmee hay una población de poco más de 70,000 personas, entre ellos miles de boricuas que se han establecido por años en la ciudad y ahora con una notable presencia en aumento tras la migración creada por el devastador paso del Huracán María por la Isla en septiembre del 2017.

Pero Román, quien aparece inscrita como demócrata pero se cataloga como de postura independiente, sentenció que “es un orgullo representar a Puerto Rico, pero uno es consciente de que no estamos en Puerto Rico. Uno lleva a Puerto Rico adentro y lleva su bandera orgullosamente, pero quien está en un puesto político es un servidor público que no solo le sirve a un solo núcleo, a una sola comunidad, sino que le sirve a todos por igual. Uno representa con mucho orgullo a la Isla, pero Kissimmee es Kissimmee. Vamos a trabajar para toda la comunidad, todas las razas, todos los colores, todo el mundo”.