WASHINGTON — Fiscales federales informaron que llegaron a un acuerdo con Panda Express luego de que la compañía fuera acusada de discriminar a trabajadores que no eran ciudadanos estadounidenses.

Según el acuerdo anunciado hoy, Panda Express pagará una sanción de 400,000 dólares al gobierno de los Estados Unidos y establecerá un fondo de 200,000 dólares para los trabajadores.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos explicó que la investigación encontró que Panda Express innecesariamente requirió a los titulares de tarjetas de residencia permanente (conocidas popularmente como green cards) que probaran repetidamente que estaban autorizados para trabajar.

La compañía no hizo las mismas peticiones a los ciudadanos estadounidenses que trabajaron para la cadena.

La pesquisa también determinó que la compañía requería rutinariamente a otros ciudadanos no estadounidenses, verificar las autorizaciones de trabajo cuando ya habían proporcionado la documentación necesaria.

Panda Express dijo en un comunicado que no discriminó y que resolvió la investigación para centrarse en apoyar a su personal.