Era 1989 y la Ciudad de Nueva York atravesaba un alza en la criminalidad.  El 19 de abril, una corredora apareció en el Central Park brutalmente golpeada y violada. La Policía culpó a cuatro menores negros y uno latino –de entre 14 y 16 años– de lo sucedido.

Los acusados fueron Antron McCray, Kevin Richardson, Yusef Salaam, Raymond Santana y Korey Wise.

Aunque no habían pruebas que los vincularan con el atroz suceso, la Policía y la Fiscalía apostaron a ellos.

Donald Trump también activó su maquinaria para incriminarlos y colocó anuncios de página completa en cuatro periódicos, incluyendo en New York Times, titulados “Traer de vuelta la pena de muerte. Traer de vuelta a nuestra Policía”.

"Quiero odiar a estos asesinos y siempre lo haré. No estoy buscando psicoanalizarlos o entenderlos, estoy buscando castigarlos. Si el castigo es fuerte, los ataques contra personas inocentes se detendrán.", escribió el hoy presidente en el anuncio de mayo de 1989.

El empresario dejó claro que sus expresiones eran vinculadas a la violación y agresión de Trisha Meili.

(Twitter)
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Los “Cinco de Central Park” –como se les apodó– fueron injustamente condenados a prisión, a pesar de haber testificado en juicio que la Policía los había obligado a declarase culpables de un crimen que no habían cometido.

No fue hasta el 2002 que sus condenas fueron anuladas luego de que el verdadero culpable confesara los hechos y se demostrara que el semen y las huellas encontradas en la escena coincidían.

En 2014, el gobierno les pagó $41 millones para resolver las demandas de derechos civiles.

Hace unos días, periodistas le cuestionaron al presidente de Estados Unidos sobre sus expresiones en aquel entonces, pero sostuvo que no se disculparía.

"Hay personas a ambos lados de eso. Admitieron su culpabilidad", se limitó a decir.

Recientemente, Netflix lanzó la miniserie “When They See Us” que narra la captura, el interrogatorio, el juicio, la condena y la exoneración de los cinco implicados.