Nueva York. Saoirse Kennedy Hill, la nieta del exsenador demócrata Robert Kennedy, que falleció repentinamente el pasado mes de agosto a los 22 años, perdió la vida como resultado de una sobredosis accidental de drogas, según revela su certificado de muerte.

 Los resultados de la prueba de toxicología que recoge el documento apuntan que Saoirse tenía en sangre una mezcla de metadona, los ansiolíticos diazepam y nordiazepam y los antidepresivos fluoxetine y norfluoxetine, además de alcohol, según los medios locales.

 La joven, que debía graduarse el año próximo del Boston College, murió el pasado 1 de agosto en la residencia propiedad de Ethel Kennedy, la viuda de Robert Kennedy, uno de los hermanos menores del presidente estadounidense John F. Kennedy, a donde la policía concurrió en respuesta a una llamada de emergencia.

 En una declaración difundida en redes sociales, la familia dijo: "Nuestros corazones están destrozados por la pérdida de nuestra querida Saoirse. Su vida estaba llena de esperanza, promesa y amor".

 En febrero de 2016, en el periódico de la escuela preparatoria Deerfield Scroll, Saoirse publicó un ensayo en el cual describió su "relación" con su "enfermedad mental".

 "Mi depresión echó raíces al comienzo de mi escuela intermedia y estará conmigo por el resto de mi vida", escribió. "Aunque fui una niña mayormente feliz, he sufrido episodios de profunda tristeza que pesaban como una roca sobre mi pecho", agregó.

 La muerte de Saoirse se añade a la historia de tragedias en la familia Kennedy a lo largo de siete décadas.

 Su abuelo fue asesinado a balazos hace medio siglo en la noche que celebraba su victoria en las primarias en California del Partido Demócrata para la elección presidencial de 1968.

 Cinco años antes, el hermano mayor de Robert, el presidente John Fitzgerald Kennedy, había sido asesinado en Dallas (Texas). El hermano mayor de ambos, Joseph Kennedy, murió en 1944 durante la Segunda Guerra Mundial y una hermana, Kathleen, murió cuando se estrelló un avión en Francia en 1948.

 En 1984, David Kennedy, un hijo de Robert, murió por sobredosis de medicamentos, y en 1997 otro de sus hijos, Michael, murió en un accidente mientras esquiaba.

 En 1999 John Kennedy Jr, hijo del presidente asesinado, su esposa Carolyn y su cuñada murieron al estrellarse una avioneta frente a las costas de Martha's Vineyard (Massachusetts).

 En 2011, Kara Kennedy, hija del exsenador demócrata Edward Kennedy, murió a consecuencia de un ataque cardiaco, y en 2011 la esposa de Robert Kennedy Jr, Mary Richardson, se suicidó.