Unas casetas de acampar se utilizan en estos momentos durante un reclamo de justicia como símbolo del desamparo en el que quedarían en un periodo de 72 horas las 617 familias sobrevivientes al huracán María que se trasladaron al estado de Florida para participar del programa de Asistencia de Alojamiento Transitorio (TSA, en inglés) que les ofreció la Agencia Federal de Manejo de Emergencias  (FEMA) como aliciente para sobrepasar los estragos que sufrieron en sus viviendas y en sus vidas a causa del ciclón.

Las pesadillas provocadas por María se manifiestan nuevamente para muchos de estos boricuas, quienes el próximo sábado, 30 de junio -sin tener un lugar seguro dónde reubicarse- tendrán que abandonar las hospederías en las que han estado refugiados durante meses pues el gobierno federal ha advertido que el programa no se extenderá, como ocurrió en otras instancias.

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Aturdidos por lo que se avecina, hoy decenas de desplazados se lanzaron a la calle a participar de una protesta en el Gaylord Palms Resort & Convention Center en Kissimmee, Florida, lugar donde un grupo de republicanos participarían de una actividad política.

“Queremos que nos escuchen. Que sepan lo que sucederá si echan a la calle a estas familias puertorriqueñas que, contrario a lo que muchos pudieran pensar, son desde hace varios meses residentes de Florida y son, casi todos, personas que trabajan. Sí, la mayoría son obreros que aportan al estado de Florida pero que, lamentablemente, no han tenido el tiempo suficiente de ahorrar para moverse a un apartamento. Necesitan más tiempo. No pueden tirarlos así a la calle”, destacó el sacerdote José Rodríguez, quien es miembro de la organización Vamos4PR Action.

El religioso, quien vive desde niño en Estados Unidos, expresó preocupación por el desasosiego y riesgo de seguridad en el que quedarán los refugiados, incluyendo niños, ancianos, madres solteras y personas con problemas de salud.

“El huracán María fue una catástrofe natural que no se podía evitar, pero lo que quieren hacer ahora es un golpe artificial que sí se puede paralizar. Por favor, necesitamos que entiendan que aquí no se está pidiendo dinero ni que los mantengan. Aquí se pide al gobierno federal que les den más tiempo en lo que pueden hacer ajustes económicos para mudarse a una vivienda”, dijo el sacerdote al agregar que en Florida es necesario aportar hasta tres veces la mensualidad de una renta cuando se inicia un contrato de alquiler de hogar.

Rodríguez aseguró que han solicitado ayuda tanto al gobernador de Florida, Rick Scott, como al gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló. Pero se han sentido ignorados.

“Al principio Scott los recibió muy alegre. En el mismo aeropuerto les ofreció ser residentes y cambiaron sus licencias de conducir. Ahora tiene una prisa inexplicable para que se vayan. Y ninguno de los dos gobernadores hace nada”, manifestó al recordar a los políticos, en especial a Scott, que los puertorriqueños “son ciudadanos americanos con el derecho a las mismas oportunidades que se les otorgan a las personas nacidas en Estados Unidos…eso parece que se le olvida”.

Desde el inicio del programa en octubre del año pasado, más de 19,000 personas han participado de TSA. FEMA indica que han invertido más de $83 millones en el programa.

Actualmente, hay 1,827 familias en hoteles entre Estados Unidos y Puerto Rico. Todos deben abandonar la hospedería para el próximo sábado.

FEMA ha indicado que hay disponibilidad de fondos para cubrir los costos de viaje (incluyendo mascotas) para aquellos que desean regresar a la isla. Los interesados deben llamar al 1-800-372-1705 a solicitar la reserva de pasajes.