El más alto funcionario del gobierno en supervisar el mercado de préstamos estudiantiles de 1.5 billones de dólares renunció el lunes ya que, argumenta, la Casa Blanca se muestra abiertamente hostil hacia la protección de los millones de prestatarios del país. 

El último día de trabajo de Seth Frotman como "ombudsman" de préstamos estudiantiles será el viernes, indica su carta de renuncia, la cual fue obtenida por The Associated Press. Ejerció el puesto desde 2016. 

Frotman es el más reciente funcionario de alto nivel en irse de la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor de Estados Unidos (CFPB, por sus siglas en inglés) desde que Mick Mulvaney, director de presupuesto del presidente Donald Trump y quien también funge como director interino de la oficina, asumió la dirección de la agencia en noviembre. 

Sin embargo, la renuncia de Frotman es particularmente notable ya que su oficina es una de las pocas del gobierno de Estados Unidos que se encarga específicamente de lidiar con préstamos estudiantiles. 

“Has utilizado la oficina para cumplir con los deseos de las compañías financieras más poderosas de Estados Unidos”, escribió Frotman en la carta dirigida directamente a Mulvaney. 

Bajo Mulvaney, la agencia ha reducido su esfuerzo para aplicar las leyes y ha propuesto revisar o rescindir todas las regulaciones que se establecieron bajo el gobierno del expresidente Barack Obama. Mulvaney diluyó la misión de la oficina de préstamos estudiantiles de Frotman y la trasladó bajo el área de educación al consumidor en vez de aplicación de regulaciones. 

El Congreso creó específicamente la oficina del "ombudsman" de préstamos estudiantiles cuando creó la CFPB debido a la necesidad de contar con una persona específica para manejar las quejas de préstamos estudiantiles a nivel nacional. 

El puesto conlleva bastante poder. Puede coordinar con el personal de aplicación de leyes de la agencia para enfocarse específicamente en conductas inapropiadas en el mercado de préstamos estudiantiles. Desde su creación, la oficina ha devuelto 750 millones de dólares a estudiantes afectados por préstamos.