Los tiempos políticos serán un factor importante en la decisión de los demócratas acerca de si le inician un juicio político a Donald Trump o no.

Aumentan las presiones sobre la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi para que al menos ponga en marcha una pesquisa sobre una posible obstrucción de Trump a la investigación del fiscal especial Robert Mueller con miras a un eventual juicio político. Pero Pelosi se resiste a hacerlo por varias razones y a medida que se acercan las elecciones del año que viene se reducen las perspectivas de un juicio. A muchos demócratas no les gusta la idea de hacerlo después de diciembre, cuando se intensificará la campaña para unos comicios en los que numerosos legisladores se jugarán sus bancas.

“Hagamos lo que hagamos, tiene que ser en el 2019. Hay que empezarlo en el 2019. Aunque no tiene que terminar en el 2019”, declaró el representante demócrata Jamie Raskin, de la comisión judicial de la cámara baja que consideraría cualquier iniciativa de ese tipo. “En el 2020, un año electoral, ya sería demasiado tarde”.

La impresión generalizada entre los demócratas es que si se van a iniciar procedimientos para un juicio político como consecuencia de declaraciones de Mueller, que dijo que Trump intentó varias veces bloquear su investigación, tiene que ser antes de fin de año.

“Quieren demorar todo”, afirmó Heidi Hess, codirectora de CREDO Action, una de varias organizaciones liberales que exhortaron esta semana a Pelosi a poner en marcha un juicio.

Pelosi dijo el miércoles que está consciente de la coyuntura.

“Sabemos exactamente lo que hacemos”, manifestó a la prensa. “Sabemos exactamente lo que hay que hacer. Puede tomar más tiempo de lo que algunos quieren y yo respeto su impaciencia”.

Se espera que la Cámara de Representantes acuse la semana que viene de desacato al ex asesor de la Casa Blanca Don McGahn y al secretario de justicia William Barr. Otros miembros del gobierno podrían ser también acusados más adelante.

Decenas de representantes demócratas dicen que quieren poner en marcha un juicio político y los expertos especulan cuándo podría comenzar el proceso y cuándo sería demasiado tarde. Toman en cuenta el hecho de que el Congreso tiene varias tareas por delante, incluido el presupuesto nacional, nominaciones y la posibilidad de que Trump imponga tarifas a México por no frenar el flujo de migrantes. Entrevistas con legisladores demócratas indican que cuanto más avance el 2019, menos probable es que haya un juicio político.

Históricamente el Congreso no se apresura en sus investigaciones.

En teoría, los legisladores podrían hacer algo que odian hacer: Cancelar o acortar el receso de cinco semanas de agosto u otro en octubre, noviembre y diciembre para facilitar el juicio. Pero no está claro hasta qué punto el partido está dispuesto a montar un juicio.

El senador Tom Daschle, de prominente desempeño durante el juicio político a Bill Clinton, dijo en una entrevista telefónica que “cuanto más cerca estén las elecciones, más importantes serán las consecuencias políticas”.

Otros aliados de Pelosi opinan que hay suficiente tiempo como para decidir qué hacer.

“No le tememos al calendario por ahora”, dijo la representante Sheila Jackson Lee, a quien no le asusta la idea de trabajar durante el receso.

“Podríamos quedarnos dos o tres días para hacer lo que hay que hacer”, manifestó, recordando que “el caso de Watergate se aceleró en las audiencias (legislativas, que se produjeron) en agosto de 1974”.