El presidente Donald Trump declaró el lunes que “no tengo ningún problema” en causar un cierre del gobierno si el Congreso no le aprueba los fondos suficientes para su plan de seguridad fronteriza que incluya la construcción de un muro. 

La sugerencia de Trump lo opone a miembros de su propio partido en el Congreso, que se enfrentan a duras carreras de reelección este noviembre. El financiamiento del gobierno expira a finales de septiembre, semanas antes de las elecciones de medio periodo. 

“No tendría problema en un cierre”, dijo Trump en conferencia de prensa conjunta con el primer ministro italiano Giuseppe Conte en la Casa Blanca. “Es hora de tener seguridad fronteriza”. 

Sus comentarios hicieron eco al inesperado tuit del día previo que indicaba que “estaría dispuesto a ‘cerrar’ el gobierno si los demócratas no nos dan los votos para Seguridad Fronteriza, ¡que incluye el Muro!”. 

Trump retomó la idea después de una reunión la semana pasada en la Casa Blanca con el presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan y el líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell, donde dijeron que llegaron a un acuerdo para continuar con el financiamiento gubernamental para el año fiscal que inicia el 1 de octubre. 

McConnell dijo a un locutor de radio la semana pasada que no habría un cierre tan cerca a las elecciones de medio término del 6 de noviembre, sin embargo reconoció que el tema del financiamiento de la frontera probablemente no se resuelva antes de los comicios. 

Trump hizo campaña con la promesa de construir un muro para impedir la inmigración ilegal y obligar a México a que lo pagara. México se ha negado a hacerlo. Trump ha recibido algo de dinero del Congreso y probablemente reciba más, aunque el total se queda corto de los 25.000 millones de dólares que ha solicitado. 

Trump también quiere cambiar la inmigración legal, como eliminar el programa de sorteo de visas. También quiere poner fin a la práctica de liberar a inmigrantes detenidos al entrar sin autorización al país bajo la condición de que se presenten para audiencias en la corte, además de cambiar el sistema inmigratorio de Estados Unidos a uno basado más en mérito personal y no en lazos familiares. Los demócratas y algunos republicanos se han negado a dichas propuestas.