Dos enfermeras en Long Island están acusadas de falsificar tarjetas de vacunación COVID-19 y embolsarse más de $1.5 millones bajo dicho esquema, dijeron autoridades.

Julie DeVuono, propietaria de Wild Child Pediatric Healthcare en Amityville, y su empleada, Marissa Urraro, están acusadas de delitos graves por falsificación. Les presentaron los cargos a ambas el viernes.

Michael Alber, abogado de Urraro, instó a la gente a no apresurarse a juzgar las acusaciones y dijo que su cliente es una enfermera muy respetada.

“Esperamos que una acusación no eclipse el buen trabajo que la señorita Urraro ha hecho por niños y adultos en el campo de la medicina”.

El abogado de DeVuono no ha comentado al respecto.

El fiscal de distrito del condado Suffolk, Raymond Tierney, dijo que DeVuono y Urraro entregaron tarjetas de vacunación falsas cobrando $220 para adultos y $85 para niños. DeVuono, una enfermera practicante, y Urraro, una enfermera con licencia, ingresaron información falsa en la base de datos de inmunización del estado, dijo.

Los fiscales dijeron que las enfermeras falsificaron una tarjeta que mostraba que se vacunó a un detective encubierto, pero nunca vacunaron al detective.

Oficiales registraron la casa de DeVuono y dijeron que incautaron alrededor unos $900,000 en efectivo y un libro de contabilidad que mostraba ganancias de más de $1.5 millones provenientes de dicho esquema, que comenzó en noviembre de 2021.

“Espero que esto envíe un mensaje a otros que están considerando jugar con el sistema de que serán atrapados y que haremos cumplir la ley”, dijo Tierney en un comunicado.

El comisionado de Policía del condado Suffolk, Rodney Harrison, agregó que “como enfermeras, estas dos personas deben comprender la importancia de las tarjetas de vacunación legítimas mientras todos trabajamos juntos para proteger la salud pública”.