Los líderes del movimiento Black Lives Matter ("Las vidas de los negros importan") continuaron coordinando marchas para denunciar la muerte de personas negras a manos de la policía en Estados Unidos.

Después de que cinco agentes de policía de Dallas fueran asesinados el jueves, los organizadores de las protestas se apresuraron a rechazar los actos de represalia contra la policía. Sin embargo, señalaron que comprenden la frustración que llevó al tiroteo del jueves.

El jefe de policía de Dallas dijo el viernes que el tirador había dicho a los agentes que estaba "enfadado por Black Lives Matter". La policía identificó al agresor como Micah Johnson, un veterano del Ejército de 25 años residente en un suburbio de Dallas. Las autoridades no han vinculado a Jonhson con Black Lives Matter ni ningún otro grupo.

El movimiento no ha detenido su actividad. En Filadelfia se organizaba un "Fin de semana de ira" por la injusticia que perciben en el país, mientras que en Atlanta se registraron manifestaciones pacíficas durante horas el viernes por la noche.