Las nuevas normas anunciadas por el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump el viernes requerirán que las aseguradoras y los hospitales divulguen por adelantado los precios reales de exámenes y procedimientos médicos comunes para promover la competencia y reducir los costos.

Pero tales cambios enfrentan una fuerte resistencia de la industria médica. Una coalición de hospitales anunció que interpondrá demandas para bloquear cláusulas clave, que en cualquier caso no surten efecto inmediato.

Incluso en un mundo ideal donde la información fluya libremente, los pacientes y sus familias tendrían que pasar por una curva de aprendizaje para sentirse cómodos con el enredado mundo de las facturas médicas. Lo que suena como el mismo procedimiento puede tener varios códigos de cobro que dependen de factores que no resultan evidentes para una persona que no está familiarizada con los términos.

Durante un evento en la Casa Blanca, el presidente Trump pasó por alto las posibles complicaciones, haciendo que pareciera como si la apertura en el mundo de la atención médica fuera un asunto terminado.

“Después de muchos, muchos años, finalmente tenemos transparencia”, señaló Trump. “Y dentro de unos 12 meses pienso que se implementará por completo, e incluso podremos decir que probablemente sea en un periodo más corto que eso”.

Una norma final emitida el viernes aplicaría a los hospitales, y una regulación propuesta sería aplicable a los planes de seguro. Los requerimientos de la divulgación para los hospitales entrarían en efecto hasta 2021. Para las aseguradoras no hay una fecha definida. Dichos requerimientos no afectan directamente a los médicos.

Las autoridades dijeron que las normas aclararían el confuso laberinto de los precios de la atención médica, lo que permitirá que pacientes informados encuentren servicios de calidad al menor costo. Los precios para una resonancia magnética, por ejemplo, pueden variar por cientos de dólares dependiendo del sitio donde se realice.

“Los pacientes estadounidenses han estado a la merced de un sistema opaco con poco acceso a la información que necesitan para tomar decisiones sobre su propia atención médica”, dijo Alex Azar, secretario de Salud y Servicios Humanos, destacando que muchos procedimientos en hospitales son programados con antelación y que eso da a los pacientes la oportunidad de comparar precios.

Bajo las normas del gobierno federal, las aseguradoras tendrían que proporcionar a los pacientes presupuestos individualizadas, por adelantado, accesibles por internet. La mayoría de la gente ve dicha información luego de que contrató los servicios, cuando su “explicación de beneficios” llega por correo.

Los hospitales y las aseguradoras dicen que la divulgación de información va demasiado lejos. Alegaron que el gobierno los obligaría a informar las tasas que negocian como parte de contratos privados que normalmente están fuera del alcance de las autoridades.