Una cerca reemplazará a partir de hoy al lienzo negro que cubre la fachada de la discoteca gay Pulse de Orlando, Florida, donde murieron 49 personas en la peor matanza por arma de fuego ocurrida en Estados Unidos.

La cerca además será un muro de exhibición de piezas de artes y de los objetos dejados en el lugar por los visitantes que día a día, y desde todas partes del mundo, llegan para rendir tributo a las víctimas de la masacre.

"La nueva cerca conmemorativa será un lugar de homenaje a las 49 víctimas y los más de 50 heridos en el tiroteo", y "reflejará la fortaleza, la unidad y el amor demostrado por la comunidad de Orlando de cara a la tragedia", anotó en un comunicado enviado a Efe el director de Asuntos Multiculturales de la Alcaldía de la ciudad de Orlando, Luis Martínez.

La valla está ubicada a unos diez pies en el interior del estacionamiento del club y será más baja que la actual malla que rodea el inmueble, lo cual permitirá a los visitantes una mejor vista del club nocturno, y ofrecerá un fácil acceso al estacionamiento, que hasta ahora ha servido de santuario donde los visitantes dejan mensajes de amor, flores, muñecos de peluches y toda clase de objeto en tributo a las víctimas.

Fundado en 2004 por Barbara Poma, en honor a su hermano John, quien murió en 1991 a causa del Síndrome de Inmunodeficiencia Humana (SIDA), el Club Pulse era un espacio conocido localmente y oasis para la comunidad gay de la Florida Central.

No obstante, el pasado 12 de junio, su fama traspasó todas las fronteras cuando Omar Mateen, un estadounidense de 29 años de origen afgano, entró al local armado con un fusil de asalto y una pistola, y acabó con la vida de 49 personas -en su mayoría de origen hispano-, poco antes de caer muerto por los disparos de la Policía.

Actualmente, el club ha pasado a ser un santuario para recordar a los muertos donde la gente llega a reflexionar sobre la tragedia, y aunque la Fundación OnePulse había indicado anteriormente que el club reabrirá sus puertas como "memorial permanente" aún se desconoce la suerte de este local que se convirtió en un "santuario de esperanza dedicado a las vidas afectadas y desaparecidas por la tragedia de Orlando".

"No sé, es algo mixto, doloroso. A Jimmy, como bailarín profesional que era, tal vez le encantaría que abriera de nuevo, pero como familiar, pienso que lo mejor tal vez es que lo conviertan en un memorial", dijo a Efe María Hernández, amiga de Jimmy de Jesús quien murió en la matanza.

"Es muy doloroso, el lugar me recuerda mucho a mi amigo". "Lo mejor es que la comunidad tenga acceso, que pueda ir allí y mediante las flores, sus visitas, pueda llorar el dolor que nos enluta", agregó Hernández.

"Han pasado tres meses desde que perdimos a nuestros seres queridos, pero el dolor es el mismo, cómo le dices a una madre que deje de llorar a su hijo", remató.

Por el momento, la mayoría de los artículos, alrededor de cinco mil, están siendo recolectados por el personal del Centro Regional Histórico del condado Orange, donde serán conservados y utilizados en una exhibición permanente en homenaje a las víctimas.

Asimismo, el ayuntamiento de Orlando recogerá las flores restantes con la intención de convertirlas en tierra orgánica que será utilizada en los jardines de la ciudad.