Washington. Estados Unidos alcanzó este viernes las 192,834 muertes y los 6,438,739 casos confirmados de COVID-19, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.

Este balance es de 43,136 contagios más que el jueves y de 1,107 nuevas muertes.

Pese a que Nueva York ya no es el estado con un mayor número de contagios, sí sigue como el más golpeado en cuanto a muertos en Estados Unidos con 33,109, más que en toda Francia o España. Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 23,741 personas por la enfermedad, según el recuento de las autoridades locales.

A Nueva York le siguen en número de fallecidos -de acuerdo con el mapa de Johns Hopkins- la vecina Nueva Jersey (16,145), Texas (14,319), California (14,248) y Florida (12,502).

Otros estados con un gran número de muertos son Massachusetts (9,180), Illinois (8,505), Pensilvania (7,932) y Michigan (6,900).

En cuanto a contagios, California lidera la lista con 755,300, seguido de Texas con 686,177, mientras que el tercero es Florida con 658,381 y Nueva York cuarto con 475,889.

El balance provisional de fallecidos -192,834- supera con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100,000 y 240,000 muertes a causa de la pandemia.

El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50,000 y 60,000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110,000 muertos, un número que también se ha superado.

Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre Estados Unidos habrá superado los 258,000 fallecidos y para el 31 de diciembre los 400,000.