Alaska. Allen Minish estaba solo e inspeccionando tierras para una inmobiliaria en una zona boscosa y remota de Alaska, ingresando algunos números en su unidad GPS, cuando levantó el rostro y vio a un gran oso pardo caminando a unos 30 pies de él.

“Lo vi y él me vio al mismo tiempo, y es aterrador”, dijo Minish por teléfono desde su cama en un hospital de Anchorage el miércoles, un día después de ser vapuleado por el oso en un encuentro fortuito.

Tras el ataque, Minish quedó con la mandíbula aplastada, una herida punzante en el cuero cabelludo tan profunda que el médico dijo que podía ver el hueso, laceraciones y muchas puntadas después de una cirugía de 4 horas y media. También trae un parche encima del ojo derecho y dice que a los médicos les preocupa.

Todo eso sucedió durante un encuentro que él calcula duró menos de 10 segundos después de que Minish sorprendió al oso el martes por la mañana junto a la autopista Richardson, cerca de la pequeña comunidad de Gulkana, a unas 190 millas al noreste de Anchorage.

Minish dice que era más grande que los osos negros de 300 libras que ha visto antes. En cuestión de segundos, el animal llegó hasta él.

El hombre intentó evadirlo detrás de pequeños abetos. Pero eso no detuvo al oso, que los atravesó.

Conforme se aproximaba, Minish levantó la parte puntiaguda de su poste de topografía y la sostuvo hacia el oso para tratar de que no se acercara más.

El oso simplemente la aventó hacia un lado y la fuerza del golpe tumbó a Minish.

“Cuando se me subió encima, agarré su quijada para alejarlo”, señaló, y dijo que así se perforó la mano. “Pero me aventó hacia un lado, agarró una cuarta parte de mi rostro”.

“Dio una pequeña mordida y luego dio una segunda mordida, y esa segunda mordida es la que me fracturó los huesos… y básicamente aplastó mi mejilla derecha”, agregó.

Y luego, el oso simplemente se alejó.

Entonces Minish llamó al teléfono de emergencias 9-1-1 con su celular. Los socorristas llegaron 59 minutos después y lo trasladaron en helicóptero al Centro Médico Providence Alaska en Anchorage. Se reporta que su estado de salud general es bueno.