El ganador del sorteo de Mega Millions de 1,500 millones en octubre pasado en Carolina del Sur sigue siendo un misterio a menos de dos meses de que venza el plazo para entregar el premio gordo.

La gente en Simpsonville donde se vendió tiene muchas teorías. Tal vez el ganador estaba tan abrumado que murió en el acto o tal vez está huyendo de la policía y teme una verificación de antecedentes. O tal vez el boleto accidentalmente terminó en la basura.

Si el boleto no es reclamado antes del 19 de abril, habrá otros perdedores. El dueño de la tienda que vendió el boleto pierde un premio de 50,000 dólares. Cada contribuyente en Carolina del Sur puede perder un reembolso de 50 dólares posiblemente vinculado a los 61 millones que el ganador pagaría en impuestos sobre la renta en el premio mayor.