Las mujeres que visitan reclusos en las prisiones de Virginia no podrán usar tampones ni copas menstruales bajo una nueva política que surgió ante las inquietudes de contrabando, informó el lunes Departamento de Prisiones del estado. 

La nueva política, que entrará en vigor el próximo mes, tiene el objetivo de evitar el contrabando de drogas y otros artículos, informó una vocera del departamento. 

"Si alguien decide visitar a un recluso del Departamento de Prisiones de Virginia, no podrá tener nada escondido en las cavidades corporales", dijo en un correo electrónico la vocera Lisa Kinney. 

Después de que la agencia consultara con la fiscalía estatal, "se decidió que las instalaciones ofrecerían toallas sanitarias a las mujeres que usan tampones mientras estén de visita en las prisiones, de tal manera que los tampones no parezcan como posible contrabando en los escáneres corporales", agregó Kinney. 

Defensores de los derechos humanos de los presos criticaron la medida, argumentando que viola los derechos de privacidad de las mujeres que van de visita. 

"Es una tremenda violación", dijo Jana White, cofundadora de la Coalición de Virginia para Sentencias Justas de Jóvenes, quien realiza visitas de manera regular a las prisiones para ver a reclusos de la prisión estatal Sussex II en Waverly, Virginia. 

"No puedo entender por qué nosotras, los seres queridos, tenemos que pasar por esto", dijo. 

Kinney dijo que cuando un contrabando potencial aparece en un escáner corporal, a las visitas se les da la opción de que se dejen registrar desnudos o se den la media vuelta sin visitar al recluso que querían ver. La nueva política "trata de evitar que las visitas pasen por todo eso", dijo. 

"Reclusos al interior de las prisiones de Virginia han muerto de sobredosis. Nuestro trabajo es mantener a los prisioneros y al personal lo más seguro posible", dijo Kinney.