Millones de alumnos en Florida, Texas y Arizona están ahora obligados a ponerse la mascarilla para entrar a clase, en distritos escolares donde las juntas administrativas demócratas han impuesto la medida de protección pese a la resistencia de los gobernadores republicanos.

Los tres estados están sufriendo un repunte del virus debido a la contagiosa variante delta, y las juntas escolares de Miami, Dallas, Houston, Phoenix y otras ciudades argumentan que las mascarillas protegen tanto a los alumnos como a los docentes y al personal administrativo.

Tales distritos usan como argumento las directrices de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, que recomienda que todos -- alumnos, maestros y administradores -- tengan la mascarilla, estén vacunados o no.

“Esto (el virus) no es un juego”, declaró Marcia Andrews, miembro de la junta escolar de Palm Beach County en Florida.

“No quiero que se nos vaya a morir uno de los chicos”, añadió en comentarios publicados por el diario Palm Beach Post.

Los gobernadores insisten en que las mascarillas impiden la educación y hacen poco para evitar el contagio. Dicen que las normas violan el derecho de cada padre de decidir la mejor manera de proteger a sus hijos.

“Los tejanos y no el gobierno serán los que decidan las mejores prácticas para proteger la salud de los niños, y es por eso que no será obligado ponerse las mascarillas en las escuelas públicas ni en sedes de la administración pública”, expresó el gobernador de Texas Greg Abbott, al prohibir el hacer obligatorio ponerse la mascarilla.

El gobernador de Florida Ron DeSantis, al emitir en julio su orden ejecutiva prohibiendo las mascarillas, citó un estudio de la Universidad de Brown que examinó escuelas en Nueva York, Florida y Massachusetts que, según dijo, demuestra que las mascarillas tienen poco efecto.

Sin embargo, el gobernador no mencionó que el estudio abarca a casos asociados con escuelas, no casos contagiados dentro de las escuelas mismas.

Uno de los autores del estudio, la economista Emily Oster, declaró recientemente que el gobernador jamás le consultó a ella y que el reporte se hizo antes del surgimiento de la variante delta. Ella está a favor de hacer obligatorio el uso de mascarillas en las escuelas.