Washington. La sala de prensa de la Casa Blanca volvió este lunes a tener todos sus asientos ocupados por primera vez en más de un año, desde el comienzo de la pandemia, a medida que avanza la campaña de vacunación contra el COVID-19 en Estados Unidos.

Minutos antes del comienzo de la rueda de prensa diaria de la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, la sala situada en un extremo del Ala Oeste estaba llena de decenas de periodistas, sin mascarillas ni distancia social, sentados en los 49 asientos disponibles y de pie en los pasillos laterales.

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Unas horas antes, la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA, en inglés), había informado a sus miembros en un correo electrónico de que la sala de prensa volvería al 100% de su ocupación a partir de este lunes, después de más de un año con la mayoría de los asientos vacíos para garantizar la distancia social.

“Este es nuestro primer día con la sala de prensa a tope de capacidad desde que el presidente (Joe) Biden llegó al poder”, celebró este lunes Psaki, quien bromeó con que estaba algo “descolocada” por los cambios en los asientos de cada periodista.

Antes del comienzo de la sesión diaria, los responsables de la oficina de prensa de la Casa Blanca pidieron a través de los altavoces que los periodistas que estaban de pie en los pasillos se retiraran para evitar aglomeraciones, pero nadie parecía preocupado por la posibilidad de contagiarse de COVID-19.

El asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, habla durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca el 7 de junio de 2021.
El asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, habla durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca el 7 de junio de 2021. (The Associated Press)

A finales de abril, la WHCA envió una encuesta a los periodistas que cubren la Casa Blanca para determinar cuántos de ellos estaban vacunados con la pauta completa, y este domingo anunció que más del 98% cumplían esas condiciones.

Por eso, la asociación decidió volver a llenar los 49 asientos disponibles en la sala de prensa, lo que abrió la puerta a muchos más reporteros que hasta ahora se habían rotado para tener la oportunidad de asistir a las sesiones con Psaki y otros asesores de Biden.

Además, a partir de este lunes, la Casa Blanca dejó de exigir que todos los periodistas que accedieran al complejo presidencial se sometieran primero a una prueba de COVID-19.

A partir de ahora, aquellos periodistas que estén completamente vacunados podrán acceder a la Casa Blanca sin necesidad de someterse a una prueba, excepto aquellos que formen parte del pequeño grupo que tiene acceso diario al presidente, conocido como el “pool”, cuyos miembros sí deberán superar una prueba.

El 52.8% de los adultos estadounidenses han recibido ya la pauta completa de vacunas contra el COVID-19, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, y aquellos que cumplen esas condiciones pueden ir sin mascarilla la mayoría del tiempo, incluso en interiores.