Washington. Tratando de limpiar su legado, el presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, pregonó el martes sus logros y le deseó suerte a su sucesor, en un video de despedida que fue publicado en su último día completo en el cargo.

“Esta semana entra en funciones un nuevo gobierno, y oramos por que tenga éxito en mantener a Estados Unidos seguro y próspero”, dijo Trump en el video, dado a conocer por la Casa Blanca menos de 24 horas antes de la investidura del presidente electo Joe Biden. “Extendemos nuestros mejores deseos. Y queremos también que tengan suerte. Una palabra muy importante”.

Trump, que se pasó meses tratando de deslegitimar a Biden con acusaciones infundadas de fraude electoral, se refirió a la “próxima administración”, pero no mencionó Biden por su nombre. Muchos de los partidarios de Trump continúan diciendo que la elección fue robada, pese a que numerosos jueces, funcionarios estatales republicanos e incluso el propio gobierno de Trump han dicho que no existe evidencia de ello.

Por otro lado, el saliente mandatario destacó que deja la Casa Blanca siendo “el primer presidente en décadas que no ha comenzado nuevas guerras”, en el mensaje de despedida.

“Estoy especialmente orgulloso de ser el primer presidente en décadas que no ha comenzado nuevas guerras”, subrayó en un discurso grabado en vídeo.

Trump se pasó gran parte de su mensaje en video pregonando lo que considera sus mayores logros, incluyendo intentos de normalizar las relaciones en el Oriente Medio, el desarrollo de vacunas contra el coronavirus y la creación de la Fuerza Espacial.

“Revitalizamos nuestras alianzas e impulsamos a las naciones del mundo a plantar cara a China como nunca antes” y como resultado “de la valiente diplomacia y un realismo basado en principios” se alcanzaron “históricos acuerdos de paz en el Oriente Medio”, dijo.

“Es el amanecer en el nuevo Oriente Miedo y estamos trayendo de vuelta a casa a nuestros soldados”, sostuvo en referencia a la reducción del número de efectivos estadounidenses desplegados en Afganistán, Siria e Irak, entre otros lugares.

Trump romperá la tradición y no acudirá a la ceremonia de investidura de su sucesor, y mañana abandonará Washington con destino a su mansión privada en Palm Beach, Florida, horas antes de que Biden llegue a la Casa Blanca.

Se prevé que Trump pase sus últimas horas en el cargo otorgando clemencias a un centenar de personas, de acuerdo con dos personas familiarizadas con los planes. La lista de indultos y conmutaciones muy probablemente incluirá nombres no conocidos por el público —personas regulares que se han pasado años en prisión—, pero también a amigos y aliados con conexiones políticas como los que ha perdonado previamente.

Trump ha permanecido lejos de la vista pública desde que una turba de sus partidarios irrumpió en el Capitolio a principios de mes para tratar de impedir la transición pacífica del poder. Sus colaboradores le pidieron que pasara los últimos días en la Casa Blanca participando en una serie de eventos para cimentar su legado. Pero Trump, que sigue consumido por la furia y quejas sobre su derrota electoral, mayormente se negó. No ha sido visto en público desde la semana pasada, cuando viajó a Texas para una última oportunidad de tomarse la foto junto al muro fronterizo por el que presionó tanto durante su presidencia. Al final, se pasó menos de 45 minutos allí y habló solamente 21 minutos.