Nueva York. La aerolínea estadounidense United Airlines anunció hoy que podría poner a partir de octubre en suspensión temporal de empleo a casi la mitad de su plantilla, unas 36,000 personas, si se mantiene la baja demanda por la pandemia.

Los temores por los nuevos aumentos de casos de COVID-19 en Estados Unidos y el retroceso en la leve recuperación del tráfico de pasajeros con respecto a abril han llevado a la compañía a anunciar una “potencial” suspensión del empleo, que sería la primera regulación temporal en masa de ese tipo de una aerolínea estadounidense.

United comenzará hoy a enviar cartas a sus empleados avisándoles de la posibilidad de que pasen a formar parte de una suspensión de empleo “no voluntaria”, que se sumaría al despido anunciado el pasado mes de 2,700 trabajadores en departamentos administrativos y de gerencia.

El movimiento, que la empresa ha definido en su comunicación a empleados como su “último recurso” para mantener la viabilidad, se anuncia pese a que United ha recibido miles de millones en ayudas federales para apoyar a las aerolíneas a pagar las nóminas hasta septiembre.

Unos 15,000 auxiliares de vuelo, 11,000 de atención al viajero y control de accesos, 5,500 de mantenimiento y 2,250 pilotos, entre otros, podrían verse afectados por la medida.

Según United, las reservas para julio se mantienen en un 75% por debajo de las que tenían hace un año, mientras que esperan que las de agosto registren una caída del 65% interanual.

El nodo de conexiones aéreas de Newark (Nueva Jersey)-Nueva York, el más importante junto al de Chicago para la aerolínea, experimentó una caída del 84% en la última semana de junio.

Estados Unidos, que empezaba a registrar una mejora de casos de COVID-19 en los estados del noreste, los más afectados, ha alcanzado nuevo máximos de contagio, que llevaron hoy a superar los 3 millones de casos confirmados, debido al aumento de las infecciones en estados del sur como Texas, Florida o Arizona.