“Soy como el águila, renaceré... Me encanta la política, volveré…”

Con esa expresión, confundiendo al Ave Fénix,  el senador Abel Nazario Quiñones se presentó hoy ante el País para reclamar “inocencia plena” y anunciar que no renunciará a su escaño por acumulación en el Senado, pese a que el gobernador Ricardo Rosselló Nevares se lo pidió, tras ser acusado de 39 cargos federales.

Según las acusaciones, Nazario Quiñones, mientras fungía como Alcalde de Yauco obligó a empleados por contrato a trabajar sin paga, y aunque se le dio la oportunidad mediante un acuerdo con el Departamento del Trabajo de Estados Unidos de retribuir a esas personas cerca de $600,000 el ahora senador no lo hizo.

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Acompañado por el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, Nazario Quiñones dijo que se defenderá de las acusaciones y anunció que sí dejaba el caucus de senadores de la Palma.  “No voy a poner a mis compañeros del Partido en una posición de defensa sobre un asunto estrictamente personal”, sostuvo.

Desde temprano en la mañana, al conocerse su arresto, el Presidente del Senado lo removió de la presidencia de la Comisión de Educación y de otras que integraba, mientras, el Gobernador lo sacó de la vicepresidencia del PNP y del puesto de subsecretario.

“Abel nunca ha robado nada, nunca me he apropiado de fondos públicos ni privados... Nunca he atentado contra el derecho de un empleado, todo lo contrario, ayudé a cientos de yaucanos y a miles de puertorriqueños a obtener un empleo digno”, dijo Nazario Quiñones al rechazar haberse lucrado, como se le imputa.

No obstante, aceptó en la auditoría que dio paso al la investigación federal, que daba empleo, a cambio de dos horas voluntarias, a personas que iban a la Alcaldía y le pedían ayuda para pagar el agua y la luz. “Establecimos como disciplina que no se regalaba nada. Se le daban cuatro horas de trabajo y se le pedían dos horas voluntarias”, sostuvo.

“Esas personas iban a buscar trabajo donde mí, yo les decía el Municipio está mal, no tenemos dinero, pero (les decía) si tu trabajas cuatro horas y otras dos, voluntarias con mucho gusto yo te ayudo y así fue. Sí le pagaba, con eso (ellos) pagaban sus deudas”, detalló el senador.

Dijo que dos años después, el gobierno federal determinó “que no se podían pedir horas voluntarias” y que hubo un acuerdo de pagar 580 mil. “Yo no establecí a quién le pagaba y a quién no, lo estableció el Departamento del Trabajo federal. Se llegó a un acuerdo y se cumplió cabalmente”, alegó, contrario a lo que imputan las acusaciones.

“Claro que cumplí con el acuerdo. Yo guardo todo. Tengo las copias de los cheques que se les entregaron, con la firma mía y la del empleado porque eso es requisito federal. Uno de los cargos es por que se envió por fax, como ellos pidieron, el día que el empleado recibía el cheque de las horas comunitarias”, sostuvo.

Dijo que “no es correcto” que les retuviera los salarios porque no había dinero en el Municipio, como alegan los fiscales federales. “Eso tienen que probarlo… a mí nadie me entrevistó ni a los funcionarios claves del Municipio”, arguyó.

Nazario Quiñones alegó que pagaba a estas personas “que ahora son empleados permanentes”, con fondos del Municipio, no federales.

Al ser preguntado el Presidente del Senado, si es compatible que el senador se mantenga en su escaño enfrentando las acusaciones, Rivera Schatz dijo:  “Yo le aconsejo que concentre sus esfuerzo en atender este asunto, si él decide no renunciar porque entiende que no ha cometido ninguna violación, es un derecho que le asiste”.

“Nadie está por encima de la ley, pero tampoco por debajo… el pueblo me entiende”, dijo Rivera Schatz. Añadió que la determinación de no renunciar al escaño “es una decisión y una responsabilidad que asume él. Esto acaba de ocurrir, tendrá espacio para reflexionar”.

Se le imputan cargos por fraude federal

Nazario Quiñoes dijo por su parte, que está convencido “de su Inocencia” y que si en algún momento entiende que su defensa es incompatible con sus funciones legislativas, renunciará, pero “en este momento no lo tengo contemplado”.

Cuando se le preguntó si se sentía tranquilo dijo que a las 6:00 de la mañana cuando agentes federales lo despertaron para arrestarlo en su apartamento en San Juan, “uno se asusta, pero estaba tranquilo y vine aquí por el pasillo con la frente en alto y así voy a estar en todo Puerto Rico”.

“Estoy tranquilo, soy un gladiador, yo vengo de abajo. Lo que yo me he ganado, me lo he ganado con esfuerzo... Gracias a Dios que mis papás tienen Alzheimer, porque el dolor más grande es ver a un hijo arrestado”, sostuvo.

“No tengo que avergonzarme de nada”, dijo para agradecer “a los miles de puertorriqueños” fuera de líneas partidas que dijo le han mostrado solidaridad.

Los que ya se fueron

Ramón Rodríguez Ruiz

15 de febrero de 2018: El representante PNP fue expulsado de la Asamblea Legislativa tras 46 de sus compañeros acogieran una recomendación presentada por la Comisión de Ética del cuerpo legislativo. La solicitud de expulsión se basó en una razón fundamental: la comisión encontró prueba suficiente para concluir que el legislador golpeó en el rostro a la directora de su oficina legislativa, Soniel Torres Suárez, el 10 de noviembre en el barrio Paso Seco en Santa Isabel.

Samuel Pagán Cuadrado

29 de mayo de 2018: El representante novoprogresista, cuestionado por la otorgación de un contrato a una empresa de un activista de la colectividad, renunció a su escaño mediante comunicación escrita.

José Luis Rivera Guerra

31 de julio de 2018: El representante PNP confirmó su renuncia al escaño legislativo. El exlegislador protagonizó varios incidentes durante su carrera política como haber sido expulsado de una sesión legislativa en el 2003 tras dar un golpe sobre su banca legislativa; ser detenido por impactar un vehículo y abandonar la escena; ser señalado por supuestamente tener una conexión ilegal de agua en su casa y enfrentar cargos por violar la Ley de Ética Gubernamental por no informar en su informe financiero la construcción de una piscina en su residencia.