El gobernador Ricardo Rosselló Nevares regresó de su viaje a Washington D.C. confiado en que durante los próximos días se le dará paso en el Congreso a las ayudas que, a corto plazo, al menos brindarán al gobierno la liquidez suficiente para continuar operando en medio de la emergencia causada por el huracán María. 

Al mismo tiempo, el primer ejecutivo tiene el ojo puesto en aquellos programas de asistencia o financiamiento que serán necesarios para reconstruir la infraestructura necesaria para normalizar la situación del país. 

No obstante, advirtió que esas iniciativas para la recuperación del país a mediano y largo plazo no forman parte de las medidas que están ahora ante la consideración del Senado federal, y aunque afirmó que los objetivos de las próximas fases ya están establecidos, todavía resta por definir algunos detalles.

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Entre esas alternativas, el gobernador mencionó que conversó con el presidente Donald Trump sobre la posibilidad de que el Departamento del Tesoro pueda garantizar algunos préstamos para el desarrollo de infraestructura de manera que se puedan impulsar proyectos como las Alianzas Público-Privadas que promueve su administración. 

“Se habló que una de las peticiones a mediano y largo plazo es lo que se llaman ‘backstops’ o garantías del Tesoro, hablando, no específicamente de una planta de energía eléctrica, pero por ejemplo, para proyectos de infraestructura que querramos desarrollar”, manifestó en conferencia de prensa en el Centro de Operaciones de Emergencia. 

“Son de las cosas que todavía se están formulando para lo que sería diciembre el paquete de largo plazo para Puerto Rico”, enfatizó.

Durante el encuentro del jueves en la Casa Blanca, el presidente Trump señaló que la devastación en el sistema eléctrico en la isla era de tal magnitud que era necesario construir una planta nueva o hacer mejoras sustanciales para reconstruir las instalaciones existentes. Esas labores, anticipó, podrían ser financiadas mediante subvenciones o préstamos, o una combinación. 

El presidente estadounidense comentó, además, que el repago de la deuda que se emita en el desarrollo de infraestructura debía tener mayor prioridad que las obligaciones preexistentes del gobierno. 

Esas expresiones sobre la protección de la deuda nueva, según Rosselló Nevares, hacían referencia a las obras para modernizar el sistema eléctrico, y no a otras ayudas solicitadas como los $4,900 millones en préstamos del Community Disaster Loan (CDL) que allegarían liquidez al gobierno.

“Mi interpretación de eso fue en el contexto de que estábamos hablando Prepa (AEE) y energía en particular, sino me equivoco, pero fue en el contexto de reconocer que había una deuda y, si iban a haber recursos asignados a la reconstrucción de Puerto Rico, tenían que estar sobre esos reclamos de los bonistas”, comentó.

Indicó, además, que su administración tiene listos los protocolos para el manejo de los fondos del CDL, y recalcó que, bajo ese tipo de programa, la experiencia ha sido que se condonan los empréstitos que otorga el gobierno federal. 

El primer ejecutivo dijo también ayer que, entre sus compromisos en la capital federal, se reunió con los senadores republicanos Ted Cruz y Marco Rubio, de Texas y Florida, respectivamente, a quienes exhortó a trabajar juntos para procurar que los damnificados por eventos atmosféricos en cada una de sus jurisdicciones sean tratados en igualdad de condiciones.