El gobernador Ricardo Rosselló y el secretario del Departamento de Corrección y Rehabilitación, Erik Rolón, anunciaron el primer proyecto de la iniciativa de prisiones escuelas, que proveerá adiestramiento en teoría y práctica sobre sellado de techos a 40 confinados que cumplirán su sentencia en menos de un año a tres meses.

El grupo recibiría una paga de $10 diarios por su labor, además del adiestramiento que será sufragado por el contratista, así como una certificación.

El gobernador describió que el programa es parte del concepto más amplio que impulsa su administración del estado posibilitador, que busca “ofrecer oportunidades donde no las hay, y que limitan el crecimiento y el desarrollo de ser humano y por lo tanto la aportación que pueda dar hacia su sociedad”.

Agregó que la iniciativa daría a los confinados “los instrumentos”, mientras servían su condena, para que puedan volver a la libre comunidad “con unos instrumentos y unas oportunidades reales de empleo y de desarrollo en su vida”.

Resaltó que el panorama actual en la Isla además es muy alentador para aprovechar que la gente adquiera destrezas y pueda ponerlas en práctica, pues se anticipa que habrá mucha necesidad de mano de obra diestra para todas las labores de reconstrucción que están en planes. Recordó además que el salario que se pagará en dichas obras patrocinadas por el gobierno será de $15 la hora.

En el caso particular de las labores de sellado de techo, destacó que los números indican que hay “una necesidad muy amplia”, y todavía quedan “decenas de miles de techos que requieren reconstrucción”,

Rosselló dijo que el programa tiene una expectativa más amplia de que “todas las prisiones puedan tener la oportunidad de escuela vocacional y de culminar el ‘high school’ (escuela superior)”.

El secretario Rolón, por su parte, destacó que el tema de la rehabilitación ha sido resaltado como factor importante para reducir la criminalidad. Agregó que el adiestramiento de confinados resulta en beneficio económico, pues mientras aprenden estarán haciendo unas reparaciones que, de lo contrario, habría que pagarlas a una compañía.

Rolón agregó que, además de este programa de sellado de techos, habría otros en mecánica automotriz, labores de construcción, así como educación en ciencia, español e inglés, para alcanzar unos 1,100 confinados para mediados de año.